Sólo desde una mirada a la historia más reciente puede entenderse por qué Grecia estos días ha utilizado el argumento de la petición de reparaciones de guerra a Alemania por lo acontecido durante la II Guerra Mundial. En cierto modo, el actual gobierno de Syriza, formado por diversas fuerzas, con presencia importante de comunistas, se considera el primer heredero en el poder de aquellos resistentes a la invasión alemana nunca del todo reparada. Asimismo, esa historia reciente pone algo de luz en algunos de los porqués del afán armamentista griego durante las pasadas décadas, con independencia de otras variables también presentes.
Para ilustrarnos basta con situarnos justo antes de la II Guerra Mundial, entre 1936 y 1941, cuando Grecia fue gobernada por Metaxas, un dictador nombrado por el rey Yorgos II, fascinado por los regímenes fascistas de Alemania e Italia. Metaxas se había formado militarmente en Alemania. Suspendió la constitución, prohibió los partidos políticos y los sindicatos, persiguió a los comunistas y, según el modelo alemán, organizó asociaciones de jóvenes para construir la tercera civilización griega pretendiendo combinar lo mejor del legado antiguo con la religión bizantina.
Por otro lado, de acuerdo con Alemania, Italia quería reeditar el imperio romano del Mare Nostrum, así que propuso ocupar Grecia, a lo que Metaxas se negó. Había recibido garantías desde Reino Unido y Francia de que si resistía entonces sería ayudado por los aliados (las fuerzas británicas llegaron en 1940). Los militares griegos resistieron a la invasión italiana infligiéndoles muchas bajas. Italia quiso entonces abandonar el proyecto pero Hitler envió las tropas alemanas que finalmente vencieron (1941) al combinado greco-británico e invadieron Grecia repartiéndose el territorio griego entre ellos mismos, los italianos y los búlgaros. Las fuerzas alemanas ocuparon importantes ciudades como Tesalónica y Atenas. Metaxas murió en 1941.
Segun los datos de D.A. Manthos, en la contienda con los alemanes murieron 870.000 griegos y quedaron prisioneros 175.000. Al menos 300.000 griegos murieron en la extendida hambruna durante la ocupación. 50.000 judios de Tesalónica fueron deportados a Auschwitz. El 87% de la totalidad de los judios perdió la vida. Unos 200 pueblos con sus animales y cultivos fueron arrasados, así como miles de edificios, carreteras, puentes y se destruyó el 90% del sistema de transporte y el 70% de los navíos. Reconstruirlo todo requeriría enormes esfuerzos y un auténtico nuevo comienzo.
El gobierno griego se había exiliado en Egipto, pero los griegos seguían luchando como resistentes con armamento más bien anticuado frente a la moderna maquinaria militar alemana. Los grupos comunistas resistentes fueron los más numerosos y además incluían tanto a mujeres como hombres con la clara conciencia de que el papel de la mujer en la sociedad griega debía ser más relevante.
Con la caída del eje germano-italiano, Grecia fue liberada de la ocupación y sobrevino una guerra civil entre griegos tanto por luchas regionales como ideológicas, con una buena parte de la resistencia armada defendiendo ideologías comunistas.
De un lado estaban los monárquicos y centristas, de otro lado los comunistas. Yorgos Papandreou vuelve a Grecia en 1944 para liderar el Partido Liberal. Se consigue que Winston Churchill medie en el conflicto. Los comunistas deponen las armas a cambio de una amnistía. Las elecciones de 1946 son ganadas por los monárquicos; el rey vuelve en 1946, y la guerra civil estalla de nuevo con unas 160.000 bajas. Muchos griegos emigran a Australia, Canadá, Alemania y Reino Unido. Se puso al frente de un nuevo ejército nacional griego a Alexandros Papagos, el héroe de la resistencia contra Italia, dividiendo a los comunistas, que finalmente son empujados a emigrar a países comunistas.
En 1950 los acuerdos entre partidos conducen a cierta estabilidad con un gobierno democrático moderado. En 1952 se establece una nueva Constitución. Grecia recibe hasta 1960 ayuda económica y militar procedente del Plan Marshall que pretende que Grecia y Turquía sean los límites ante el avance comunista-soviético. EEUU mantiene a cambio su influencia en los gobiernos griegos para evitar los movimientos proclives al comunismo. Grecia también recibe en 1960 unos 115 millones de marcos de parte de Alemania en concepto de reparaciones de guerra. El PIB crece un 7-8% anual hasta 1972. Con Konstantinos Karamanlis como Primer Ministro (elegido en 1955 y reelegido en otras ocasiones incluso en 1961) Grecia reconstruye y amplia sus infraestructuras. Karamanlis fundará el partido Nueva Democracia.
En Grecia subsiste la influencia de EEUU y también las tensiones con comunistas y socialistas. El interés de Karamanlis por la mejora de la economía hace que invite a Andreas Papandreou, titulado por Harvard y profesor en las grandes universidades de EEUU, a hacerse cargo en 1961 del Centro de Estudios Económicos en Atenas. Papandreou articula la oposición. En 1964 es elegido diputado en el parlamento y ministro en el gobierno presidido por su padre, Yorgos. Karamanlis deja Grecia y pasa los siguientes once años en París. Los gobiernos se suceden. La tensión entre el rey y el primer ministro gira en torno a si el control del ejercito está en manos de uno o de otro. Cuando el rey rechaza ceder el control al primer ministro, Papandreou dimite en 1965. La debilidad posibilita un golpe de Estado que en 1967 pone en el poder a militares de tendencias conservadoras. El joven rey Konstantinos II (que había sucedido a su padre tres años antes) intenta un contra-golpe que fracasa y tiene que abandonar el país. Los tanques se sitúan ante el parlamento y la mayoría de líderes políticos son detenidos, entre ellos Yorgos y Andreas Papandreou. El golpe se presenta como una acción para evitar la toma del gobierno por los comunistas. Los coroneles prohiben la actividad sindical, censuran la prensa y los comunistas son detenidos. Los militares mantendrán el poder durante siete años pese a las denucias de violaciones de los derechos humanos. Se dispara la inflación y se reducen las inversiones extranjeras. Se producen revueltas que son sofocadas sin que afecten a la dictadura. Lo que realmente hizo caer a la Junta de coroneles fue otro asunto. La Junta había previsto desalojar al arzobispo Makarios de la presidencia de Chipre, la isla que logró su independencia de Reino Unido en 1959, asesinándolo y reemplazándolo por un afecto a la Junta quien proclamaría la unión de Chipre y Grecia. El complot se descubre; Makarios logra escapar y, en la confusión, Turquía invade el norte de la isla, dividiendo en dos la isla, quedando la parte sur bajo control griego, situación que todavía hoy pervive siendo foco de tensión entre los dos países. El resultado desacredita a los corolenes, que aceptan una vuelta de Karamanlis desde París para encabezar un gobierno en 1974. Se rechaza en plebiscito la vuelta del rey y Konstantinos permanece en Londres mientras Karamanlis se convierte en Presidente de la Tercera República Helénica (primera con Kapodistrias, segunda con Venizelos). Muchos pequeños partidos se adhirieron al partido Nueva Democracia creado por Karamanlis en 1974, mientras que el Partido Socialista Panhelénico (PASOK) era liderado por Andreas Papandreou. Se reconoció al partido comunista. Muchos actores políticos exiliados volvieron a Grecia.
La estructura de la tercera república consagró la separación de poderes. Por un lado un parlamento legislativo, que elegiría al presidente. El brazo ejecutivo sería el presidente de la república, el gobierno bajo el primer ministro, y los ministros. El brazo judicial estaría bajo las leyes civiles y penales.
Las sucesiones entre ambos partidos fueron constantes. Karamanlis desde la presidencia promovió la alianza con la Unión Europea, pero Papandreou se mostró ambivalente. Karamanlis promovía una disciplina fiscal, mientras que el gobierno de Papandreou perseguía una mayor redistribución. Las diferencias políticas internas también contenían diferencias en la política exterior. Nueva Democracia quiere alianzas con potencias exteriores e inicialmente Papandreou las rechaza en cierto modo por aglutinar las reservas frente a las potencias capitalistas extranjeras, aunque cambia de opinión cuando desde la Comunidad Europea se establecen ayudas para el ingreso de Grecia en la Unión Europea. En 1980 Grecia reingresa en la OTAN (había salido en protesta por la actiud de la OTAN en la crisis chipriota); y en 1981 entra en la Comunidad Económica Europea (el antecedente de la UE). Papandreou también se opondrá al papel preponderante de EEUU en Grecia, pese a tener la nacionalidad estadounidense y haber servido en su fuerza naval. En 1981 Papandreou se convierte en el primer ministro socialista de Grecia. El ingreso en la UE produce un inicial estímulo económico en Grecia, y se inicia un rápido endeudamiento. En 1988 dimite por verse en vuelto en un escándalo financiero. En 1990 se forma un gobierno de Nueva Democracia con Konstantinos Mitsotakis, y Karamanlis vuelve a la presidencia de la República. Las medidas económicas de Mitsotakis generan descontento, Papandreou es absuelto de todos sus cargos. En 1993 el PASOK recupera la mayoría absoluta y Papandreou vuelve a ser primer ministro. Papandreou muere en 1996 y le sucede al frente del PASOK Kostas Simitis. En el 2000 Simitis es reelegido. Grecia ingresa en el Euro. Se suceden años de crecimiento, siendo el turismo una de las fortalezas de la economía griega. Se abordan los Juegos olimpicos en 2004. La economía ha entrado en deudas enormes. Simitis renuncia al gobierno en 2004. Konstantinos A. Karamanlis vuelve al gobierno. En 2009 el gobierno vuelve al PASOK y a la familia Papandreou con Yorgos Andreas Papandreou, el hijo de Andreas, como nuevo primer ministro. Papandreou revela que la situación financiera de Grecia es mucho peor que lo previsto por el gobierno anterior, con un 12,7% de déficit que cuadruplica el límite de la eurozona, y una deuda pública de 410 mil millones de dólares, lo que provoca una grave crisis en Grecia y en la eurozona. Introduce medidas de austeridad reduciendo el gasto, incrementando impuestos, combatiendo la evasión de capitales y reduciendo el sector público, que causan grandes huelgas. En 2010 pide oficialmente a la UE el rescate económico del país. Las condiciones del rescate fueron duras, por lo que Papandreou anunca su plan de someter su aceptación a un referemdum. Las críticas al respecto tanto de la UE como principalmente de su ministro de finanzas, Venizelos, hacen que Papandreou descarte el referendum e intente un gobierno de unidad nacional. El líder de Nueva Democracia, Samaras, acepta con la condición de que Papandreou se quede fuera del gobierno, a lo que Papandreou accede para permitir el procedimiento de rescate a Grecia. Papandreou dimite y Papademos dirige la coalición entre PASOK y Nueva Democracia. Los comunistas y la coalición Syriza se oponen. En las nuevas elecciones de 2012 gana Nueva Democracia, con Antonis Samaras. En las elecciones de 2015 se produce el triunfo de Syriza, con Alexis Tsipras, quien ha pertenecido al comunismo griego. De otro lado, el PASOK sufre graves pérdidas. Papandreou se había presentado con otras siglas en competencia con el antiguo partido de su familia, liderado ahora por su adversario Venizelos.
Probablemente porque la coalición Syriza se autoconcibe como la heredera de aquella resistencia comunista a la ocupación militar alemana, es por lo que dichos herederos resistentes, por primera vez y por fin, se sienten en condiciones de pedir compensaciones desde el poder. Tal vez por eso sea por lo que en 2015 el ministro de finanzas griego, Varoufakis, utiliza el argumento de las reparaciones de guerra que Alemania debía a Grecia por la invasión durante la II Guerra Mundial, todo ello frente al argumento de la austeridad que Alemania exige cumplir a Grecia como condición para seguir inyectando liquidez monetaria en Grecia. La Canciller alemana Merkel, en coherencia con las políticas de austeridad que atenazan a Grecia, rechaza las pretensiones de reparaciones griegas puesto que las considera extemporáneas, además de que argumenta que Alemania ya pagó compensaciones a Grecia en 1960. Ahora bien, el Presidente alemán Gauck declara en 2015 lo siguiente:
- "No sólo somos [los alemanes] los que ahora estamos, sino que somos los descencendientes de aquellos que en la II Guerra Mundial dejaron las pisadas de la devastación, entre otros en Grecia, de todo lo cual sabemos vergonzosamente poco... Es bueno que un país con conciencia histórica como el nuestro considere las posibilidades de reparación que pudieran darse."
El debate está abierto en la misma Alemania, con efectos en el debate entre deudores y acreedores sobre las ayudas a Grecia que hoy se mantienen entre los diversos actores de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.