Bradford DeLong se incorpora al debate que se produce en EEUU a propósito de si "la economía evoluciona o se diseña"; es decir, para entendernos, si lo mejor es que los gobiernos intervengan en los destinos de la economía; o si, por el contrario, es mejor dejar a la economía sin intervención ni directrices por parte de los gobiernos. Cree que desde que el rey de Lidia tuvo la innovadora idea de estandarizar la acuñación de moneda, las grandes diferencias que se pueden observar entre las diversas economías actuales son el resultado evidente de la intervención de los diferentes gobiernos, por lo que resulta obvio que se interviene, aunque no siempre se acierta en la intervención. En este sentido repasa la historia económica contemporánea de EEUU para mostrar los hitos de una intervención gubernamental con éxito. Se pregunta lo que habría que hacer ahora en EEUU para mantener el mencionado éxito y propone, por un lado, que se centre el debate no tanto en la competitividad, que sería un juego de suma cero (para ganar, otro tiene que perder), sino en la productividad (se gana si los demás ganan también); y, por otro lado, que no se caiga en la tentación de actuar como si lo mejor para las empresas fuera también lo mejor para EEUU, especialmente cuando las empresas son solamente ejecutivos, inversionistas y financieros.
Bradford DeLong, J. "Diseño económico inteligente". El País Negocios, 13/02/2011, página 23.
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