martes, 30 de agosto de 2011

Aristóteles: ¡Indignaos!

En la Ética a Nicómaco de Aristóteles la indignación es un virtud, y en determinadas circustancias la falta de indignación es un vicio gravemente dañino para la vida política en comunidad. El razonamiento de Aristóteles es como sigue:
Hacer algo para conseguir otra cosa hace que esa segunda cosa sea un fin mayor que el primero. Por eso hacer el bien es algo excelso, puesto que se persigue por sí mismo y no para ninguna otra cosa. Y si encima se trata del bien de la ciudad, que es mayor que el de un individuo, entonces hablamos de lo más elevado: la política. ¿Y cuál es el bien a que la política aspira? Es la felicidad, en el sentido de que vivir bien y obrar bien es lo mismo que ser feliz. Unos creen que ese ser feliz lo proporcionan bienes como el placer, la riqueza, los honores, la salud. Otros creen que hay algo que es bueno por sí mismo, y no meramente bueno para otra cosa, por lo que este bien estaría por encima de todo, siendo la causa del resto. Y esto es la felicidad ya que es algo perfecto y suficiente, el fin de los actos. Y eso es así porque la función propia del ser humano, que lo distingue de otros seres vivos, tiene que ver con lo más específicamente humano, su alma según la razón (psique), y su actividad más propia que es la de las acciones razonables, que son buenas en la medida en que se realizan bien, con excelencia, de acuerdo con la virtud adecuada a lo largo de su vida entera. "Porque una golondrina, no hace verano". La vida buena, feliz, es la vida virtuosa. La vida de los virtuosos no necesita del placer como añadidura, sino que tiene el placer en sí misma. Es obvio que necesitamos los bienes exteriores, pues no es fácil hacer el bien sin recursos, pero no dejan de ser medios para aquello. Y la virtud ética se produce en nosotros por la costumbre, por un ejercicio previo, por eso los legisladores quieren hacer buenos a los ciudadanos haciéndoles adquirir costumbres. De modo que es necesaria, desde jóvenes, una buena educación para poder complacerse y dolerse como es debido. Porque los placeres y los dolores nos pueden alejar de la virtud, que es una especie de impasibilidad y serenidad. La virtud es un hábito que nos permite ejecutar bien las acciones en las que consiste el bien, pues la virtud perfecciona. No es fácil ser virtuoso, porque la virtud es el justo medio, no un término medio matemático entre los extremos, que sería idéntico para todos, sino un término medio relativo a nosotros, que ni es demasiado ni demasiado poco, y que no es el mismo para todos. La virtud ética se da entre el exceso y el defecto. Se puede errar de muchas maneras, pero acertar, sólo de una. Es un término medio determinado por la razón de un hombre prudente, situado entre dos vicios, uno por exceso y otro por defecto. Aristóteles nos presenta casos concretos: el valor es el término medio, que está entre la cobardía y la temeridad; la templanza, que está entre la insensibilidad y el desenfreno; la generosidad, que se sitúa entre la tacañería o la mezquindad y la prodigalidad o el derroche; la magnanimidad, entre la pusilanimidad y la vanidad... Una de las últimas virtudes que cita Aristóteles es la indignación, que versa sobre la prosperidad inmerecida de algunos ciudadanos. Por un lado, la virtud de indignarse nos alejaría del vicioso extremo por defecto consistente en la malignidad, propia de aquel que ante la prosperidad inmerecida de algunos de sus semejantes no opusiera indignación; y, por otro lado, nos alejaría también del vicioso extremo por exceso consistente en la envidia, propia de aquel que ante la prosperidad inmerecida de algunos de sus congéneres sólo deseara convertirse en ellos mismos.
Puede que Aristóteles esté de moda.

domingo, 28 de agosto de 2011

Gordon Brown: Alemania y los eurobonos

Frente a la idea de que Alemania no forma parte de los causantes de la crisis actual, Gordon Brown (El País, 28/08/2011) considera que eso no es del todo cierto puesto que sus bancos han participado ampliamente en las "fiestas" de otros (PIIGS, subprime, especulación inmobiliaria europea...), que ahora critican. Por eso sus bancos tienen un alto nivel de endeudamiento y se resisten a someterse a los mismos requisitos que otros de la eurozona, debilidad que podría causarles problemas a medida que la crisis se desplaza de la periferia hacia el núcleo. Por todo ello, Brown cree que, si no mediante una transferencia directa de riqueza, que es más propia de los Estados federales, al menos Alemania y Europa deberían pagar la salida de la crisis mediante un eurobono común, una mayor coordinación fiscal y monetaria, y un BCE prestamista de último recurso.
Tal vez por eso, Sofía Sakorafa, (El País, 26/08/2011), ha criticado al Gobierno de Grecia y abandonado su grupo parlamentario discrepando de medidas que en realidad protegen los intereses de los bancos europeos. Añade: "Los griegos creemos en Europa, pero no a este precio".
Faltará por ver si en Alemania se opta por una Alemania europea o por un camino especial, como dice Ignacio Sotelo.

jueves, 25 de agosto de 2011

Alemania: Sonderweg?

Hace unos meses Ignacio Sotelo publicó el artículo "El camino especial de Alemania" (El País, 03/05/2011) en el que hacía un repaso de la historia de Alemania y mostraba los indicios de que, tras décadas dedicada a fundirse con el mundo occidental, parece que Alemania vuelve ahora a recorrer un "camino especial" (Sonderweg), lo que parece ponerse de manifiesto mediante nuevas posiciones particulares en diferentes ámbitos:
- Política sobre el Euro como moneda común.
- Política exterior: Libia, USA, Rusia, China... prioridad por el Este.
- Política industrial y del conocimiento: A diferencia de otros en Europa, sus élites han optado por abandonar la energía nuclear para optar por las renovables y luego exportar nuevas tecnologías.
Según Sotelo, "el fantasma de la Europa anterior a 1914 se perfila difuso en el horizonte", y resalta que "el problema de Alemania es que no se acepta su hegemonía".
Estos días vemos incluso en la prensa española que este viraje alemán se vive con crudeza en el CDU, el gran partido conservador de Alemania, con enfrentamientos públicos entre los partidarios del mencionado Sonderweg, como Merkel, y los partidarios de la Alemania más europeísta, como la vieja guardia de Helmut Kohl, o también algún miembro del Gobierno de Merkel, como Von der Leyden proponiendo unos Estados Unidos de Europa al modo federal (Der Spiegel 27/08/2011), que advierten sobre los graves peligros que puede acarrear el cambio de orientación alemana (El País, 25/08/2011). No en vano aquellos políticos de edad ya avanzada tenían grabado a fuego que con Europa lo que intentaban por encima de todo era evitar de nuevo la guerra.
En algunos libros de texto para los adolescentes alemanes de la década de los 80 del siglo pasado, se planteaba el famoso dilema: "¿Una Europa alemana o una Alemania europea?" En las clases claramente se optaba por la segunda alternativa. Los tiempos han cambiado y han transformado el dilema, apareciendo un tercer camino posible y específico: Sonderweg. Se puede ver también en el programa de TVE que adjuntamos.
Ulrich Beck (El País, 03/09/2011) aboga por una Alemania europea, argumentado que urge en Europa un proceso solidario al modo del que fue la reunificación alemana.


domingo, 14 de agosto de 2011

Manuel Vicent: El periodismo es ficción

"[...] ahora el periodismo ya es ficción. La sobreinformación que tenemos hace que lo que se sabe del mundo ya no sea real. Pero dentro de cien años, el que quiera saber lo que somos ya no tendrá que leer novela, porque el alma o la almendra de finales del siglo XX es el periodismo. Una novela no puede competir con el telediario. El que ahora quiera hacer literatura como antes, que haga poesía."
Vicent, Manuel. Entrevista. El País, 14/08/2011, Comunidad Valenciana.

viernes, 12 de agosto de 2011

Tomás de Aquino

Introducción, por Fernando Savater:


Ortega y Gasset

Introducción a Ortega y Gasset, por Fernando Savater:




La rebelión de las masas de Ortega y Gasset, por Javier Sanmartín:




Aristóteles: Ética

Introducción, por Fernando Savater:

Simone de Beauvoir






lunes, 8 de agosto de 2011

Dinero y saber: Coetzee Summertime

En su novela Summertime, Coetzee presenta bajo la fecha del 2 de junio de 1975 el encuentro en su barrio sudafricano del protagonista con un antiguo compañero de colegio que parece disfrutar del éxito económico, pese a que siempre tuvo serias dificultades en comprender los problemas que se planteaban en las materias de estudio. Y extrae las siguientes conclusiones:
  • "Así que David Truscott, que no entendió x e y, es un floreciente agente de marketing, mientras que él, que no tuvo problemas en entender x e y, y muchas otras cosas además, es un intelectual desempleado. ¿Qué sugiere esto acerca de los trabajos en el mundo? Lo que parece sugerir con mayor obviedad es que el camino que conduce a través del latín y el álgebra no es el camino hacia el éxito material. Pero parece sugerir mucho más: que entender cosas es una pérdida de tiempo; que si usted quiere tener éxito en el mundo y tener una feliz familia y una bonita casa y un BMW, no debería tratar de entender cosas sino simplemente sumar números o pulsar los botones o aquello que sea por lo que los agentes de marketing son tan ricamente recompensados." [Traducción propia]
Coetzee, J.M. Summertime. 2009, Random House.

Dinero y saber: Sanchis i Marco

En relación con la difícil relación entre el dinero y el saber (Paul Krugman: Degrees and Dollars), resulta interesante ir recopilando afirmaciones, de muy distinto origen por otro lado, pero que curiosamente parecen confluir.
La primera la encontramos en el análisis que hace el profesor de economía Manuel Sanchis cuando se interroga por las razones de que, pese a tantos problemas en educación, en sanidad y en economía, el PP siga ganando elecciones en la Comunidad Valenciana. Sanchis señala lo siguiente:
  • "Todos los tiempos y sociedades han contado con una clase ociosa con la que las capas sociales menos favorecidas se han sentido identificadas. También la sociedad valenciana. Lo que ahora nos ocurre está descrito por Thorstein Veblen en la Teoría de la clase ociosa, en donde analiza las fiestas y diversiones de la clase ociosa, así como el lucro pecuniario de la sociedad americana al cerrarse el siglo XIX. Su reflexión se centraba en el comportamiento de hombres y mujeres movidos por la obtención del lucro; es decir, sobre la conducta de los poseedores de riqueza que corrían detrás de la opulencia. Estos nuevos ricos se daban cuenta de que, contrariamente a lo que ellos habían supuesto, perseguir y acumular riqueza no conllevaba la adquisición de saber. Por eso, se refugiaban en el consumo, el vestir ostentoso, el ocio ostensible y el esnobismo, es decir, en la ausencia de nobleza -la palabra snob en inglés significa sans noblesse- como expresión de una cultura crematística y de vana presunción. Una conducta que servirá de referencia a las clases menos afortunadas, que querrán emularla."
Sanchis i Marco, Manuel. "Clase ociosa valenciana". El País, 07/08/2011, Comunidad Valenciana.

domingo, 7 de agosto de 2011

Rogoff: La segunda gran contracción

Kenneth Rogoff insiste en que la actual crisis no es una gran recesión, sino una gran contracción. Ocurren cada 70-80 años. No ver las diferencias ha conducido a elegir la receta equivocada para salir de la crisis. El elemento diferencial es el "sobreapalancamiento"; es decir, el endeudamiento excesivo. En realidad se trata de una historia entre acreedores y deudores. Así, el enfoque eficaz habría sido, no el de gastar escasos recursos de los Estados, sino renegociar y reducir deuda; por ejemplo, ofreciendo a los votantes de los países ricos de Europa involucrarse en un rescate más amplio y efectivo de Grecia a cambio de pagos más altos si el crecimiento griego es mayor dentro de una década. Cree que la única vía para salir más rápidamente de la crisis es una inflación moderada entre el 4-6% durante varios años, lo que implica aceptar una transferencia de ingresos de los ahorradores a los deudores.
Rogoff, Kenneth. "La segunda gran contracción". El País, 7/08/2011, Negocios, páginas 4-5.
Rogoff, Kenneth. "The Second Great Contraction". The Globe and Mail, 3/08/2011.

jueves, 4 de agosto de 2011

Historia y actualidad: La suspensión de pagos en España

A propósito de la amenaza de suspensión de pagos en USA durante estos días pasados, que finalmente se ha conjurado mediante un acuerdo entre demócratas y republicanos para reducir el presupuesto federal, Christophe Chamley publicó en Bloomberg un artículo sobre las enseñanzas que habría que extraer de la suspensión de pagos que practicó Felipe II en la España de 1575.
El argumento básico del artículo consiste en señalar una serie de hitos:
España era la superpotencia mundial. Había contraido muchas deudas a causa de diversas campañas militares (la mitad de su PIB en 1573). La administración central de Felipe II no era capaz de controlar las finanzas del Estado, puesto que éstas dependían de otros organismos menores. Las ciudades castellanas se negaron a seguir pagando impuestos para las guerras del Rey porque ello les arruinaba, y aquel suspendió pagos. En dos años España suplicaba nueva financiación del exterior, pero sólo se le prestaban fondos a un mayor interés, puesto que los prestamistas internacionales habían perdido ampliamente la confianza en la capacidad de pago de España. Aquellos mayores intereses hicieron que aumentara la recesión en Castilla, y el Imperio español no volvería a ser lo que fue.
La moraleja del artículo trataba de hacer ver a los partidos en USA la necesidad de un acuerdo, lo que finalmente parece haberse conseguido, aunque había muchos congresistas partidarios de la suspensión de pagos.
Del artículo mencionado se desprende la idea de que la suspensión de pagos española de 1575 es un caso muy comentado entre los analistas de USA.
Por otro lado, los academicos estadounidenses Reinhart y Rogoff publicaron en 2008 un artículo titulado "This Time is Different: A Panoramic View of Eight Centuries of Financial Crises", en el que estudian las diferentes suspensiones de pagos de los países a lo largo del tiempo. El caso de España queda resaltado cuando dicen: "Las suspensiones de pagos de España constituyen un record que todavía no ha sido batido. Efectivamente, España se declaró en suspensión de pagos siete veces sólo en el siglo XIX, después de haber suspendido pagos seis veces en los tres siglos precedentes."
No siempre los países reconocen sus suspensiones de pagos. Así, por ejemplo, un cargo del gobierno japonés quería hacerle comprender a Rogoff que no constaba en ningún registro oficial de Japón ninguna suspensión de pagos. Cuando Rogoff le mostró una portada del The New York Times de 1942 diciendo que Japón suspendía sus obligaciones internacionales, los japoneses respondieron que se trataba sólo de una suspensión para los extranjeros.
España parece entonces ser el país con más supensiones de pagos del mundo a lo largo de la historia. Pero esta idea, que a alguien le podría parecer un pequeño dato histórico sin influencia en la vida de hoy, tiene efectos en nuestra realidad actual. David Fernández lo cuenta en un artículo de El País, titulado "Las manos que mecen los mercados", cuando comenta que Bill Gross, el gestor estrella del principal fondo inversión en renta fija, dejó patente el año pasado que España había suspendido pagos trece veces en los últimos doscientos años. Podría ser que la historia también pesará en las decisiones de estos nuevos prestamistas.

Esta sería una pequeña lista de las suspensiones de pagos de España, sujeta a nuevas revisiones e identificaciones, dependiendo de las diferentes perspectivas:

1557: suspensión de asientos, Felipe II.
1575: suspensión de asientos, Felipe II.
1597: suspensión de asientos, Felipe II.
1607: renegociación de asientos, Felipe III.
1627:
1647: suspensión de asientos, Felipe IV.
1652: suspensión de asientos, Felipe IV.
1662: suspensión de asientos, Felipe IV.
1666: suspensión de asientos, Carlos II.
1809:
1820:
1831:
1843:
1865: quiebra de la deuda, Isabel II.
1939: impago de la deuda republicana, no reconocida por Franco.


P.D.:
En 2010 Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff publicaron un artículo, "Growth in a time of debt", en el que defendían la tesis de que un 90% de deuda en un país conduce al decrecimiento. Este artículo fue ampliamente utilizado en la acción política como referencia de la necesidad de disminuir la deuda en determinados países Europa, entre ellos España. En 2013 se han criticado tanto errores como metodologías técnicas de estos autrores, lo que debilitaría la demostración de su tesis  :

martes, 2 de agosto de 2011

Ballart y Lapuente: Reforma del sector público en España

Xavier Ballart y Víctor Lapuente Giné analizan el sector público en España y creen que su mejora no exigiría tanto recortarlo como reformarlo. Observan que uno de los problemas es que hay una concentración excesiva de responsabilidad en la cúpula, lo que impide que los políticos se ocupen de mantener unos principios uniformes y coherentes, además de que conduce a un laissez faire entre los profesionales prestadores directos del servicio. Por eso formulan tres propuestas para descentralizarlo y mejorar su eficacia y eficiencia:
1. Convertir en verdaderos directivos a los gestores públicos que se sitúan entre la cúpula política y la base administrativa, adoptando las siguientes medidas:
a) Limitar los niveles administrativos al nivel político, el nivel de directores generales, y el nivel de unidades de gestión de servicios.
b) Trabajo por objetivos para las unidades, en términos de contribución a metas relevantes.
c) Promoción de empleados vinculada a la evaluación de su rendimiento.
2. Romper las organizaciones grandes en entidades pequeñas autónomas y en competencia, de forma que:
a) Su dotación económica se calcule en función de criterios objetivos (por ejemplo, número de usuarios).
b) Dejar libertad de gestión a los responsables de estas entidades, incluida la contratación.
3) Aumentar la responsabilidad del usuario desincentivando sus comportamientos abusivos mediante el "copago".
Ballart, Xavier; Lapuente Giné, Víctor. "Querido accionista del Estado". El País, 02/08/2011, Opinión, página 25.