domingo, 25 de septiembre de 2022

Cohen: La vida del galerista Leo Castelli

 

Annie Cohen-Solal es una historiadora francesa conocida por sus aportaciones sobre Jean Paul Sartre, de entre las que destaca una biografía convertida en referencia. Su tío abuelo fue el escritor Albert Cohen. Como agregada cultural de la embajada de Francia en Estados Unidos, con residencia en New York, mantiene numerosos contactos con intelectuales y agentes del mundo del arte americano. Uno de estos personajes es Leo Castelli, sobre el que en 2010 publicará Leo and His Circle.
El ensayo sobre la vida de Castelli es un ensayo apasionante sobre la Europa del s.XX y el exilio de intelectuales y gente pudiente causado por las guerras, así como el establecimiento de algunos de estos, especialmente Castelli, en EEUU; y su influencia en el desarrollo del arte contemporáneo norteamericano de la segunda mitad del s. XX. Cohen narra cómo Castelli se convirtió casi en su profesor de arte estadounidense maravillándola con su inmensa influencia en el mundo del arte en tanto que galerista en New York.
Años después, tras la muerte de Castelli, Cohen se decide a escribir un ensayo sobre el personaje que tanto le ha fascinado y en la introducción confiesa que "la historia de la familia de Leo Castelli discurría en paralelo a la propia historia del arte, comenzando en la Toscana renacentista, desarrollándose a través de la Italia barroca, la Viena expresionista, la Bucarest modernista y el París surrealista, desembarcando en el Nueva York del expresionismo abstracto, para asistir finalmente al surgimiento de los artistas del posdadaísmo, el pop y el minimalismo de la última parte del siglo XX."
Castelli rechazaba considerarse un marchante de arte, para afirmar que era un humilde galerista. A sus 50 años abrió su primera galería a partir de la cual revolucionaría el estatus de los artistas estadounidenses, hasta ese momento en posición secundaria respecto de los europeos, y cambió las reglas del mercado del arte.
Antes de ello vivió los avatares de la primera mitad del s. XX en Europa, desde Trieste hasta Paris, pasando por Bucarest. Trieste es un santuario para los judíos sefardíes expulsados de España y otros lugares europeos durante el s. XV, concediéndoles ciertos permisos comerciales de los que no disponían en otras partes por su persecución religiosa, que es el origen de sus referencias familiares y que, mucho tiempo después, traerá como consecuencia para Leo una historia de persecuciones, guerras, rupturas y traslados ya en el s. XX.
Leo Krausz (después Castelli) nace en 1907; se convierte en un joven de diecisierte años, ratón de biblioteca, que consume toda la literatura universal. Estudia Derecho en Milán, con tan poco interés por el Derecho como respecto de las actividades comerciales de su padre, por las que debe residir en Bucarest, lo que le permite establecer contacto con las vanguardias (Brancusi, Tzara...) cuya capacidad de transgresión y planteamientos radicales no tenían rival en Europa (Duchamp, Ray, Aragon, Breton). En Bucarest se casa en 1933 con la rica heredera Ileana Schapira y se dedican a disfrutar coleccionando objetos artísticos. En 1935 se instalan en Paris, una ciudad en efervescencia cultural y artística (Miró, Picasso, Dalí, Magritte, Ernst...) a la que se entrega la pareja. Por este tiempo, se produce la italianización de la política fascista de modo que la familia Krausz debe añadir el apellido "Castelli", y las cosas van cada vez a peor en Italia para los Krausz-Castelli. En 1938 el embajador alemán en Rumanía aconseja a los Schapira que se vayan lo antes posible por las crecientes amenazas a la población judía, por lo que se trasladan a Cannes. El avance de Hitler no se detiene. Finalmente la familia Schapira-Castelli se trasladará a Estados Unidos. Castelli era asiduo del Museum of Modern Art (MoMA) de New York  en el que los artistas europeos exponían, y a quienes Castelli conocía personalmente por su estancia en Paris.
Castelli se alistó en 1942 en el ejército de Estados Unidos. El sargento Castelli volvió en 1944 a Bucarest formando parte de una unidad de inteligencia por sus conocimientos de Europa. Tras el fin de la guerra, ya de vuelta a New York, Castelli se empapó de las posibilidades artísticas de la ciudad y especialmente conoció al director artístico del MoMA, Alfred Barr, con quien profundizó en el conocimiento del arte contemporáneo europeo. A Castelli le parecía inadmisible la falta de presencia de artistas estadounidenses en el MoMA, y ahí empezó su actividad consistente en amparar y organizar la presencia de dichos artistas locales en el mercado del arte: Gorky, Pollock, De Kooning, Rothko...
Castelli tuvo siempre una percepción adelantada sobre los nuevos artistas que se convertirían en primeras figuras. El ensayo de Cohen nos detalla las peripecias de las compras, los acuerdos de Castelli con los artistas para favorecer su entrega a la producción artística, las interioridades de las negociaciones con los museos y las galerías organizando exposiciones de promoción y la no menos importante relación con los compradores de arte que, a la postre, sostienen todo el entramado del mercado del arte.
La obra está llena de detalles que encantarán a todas las personas interesadas en el mundo del arte contemporáneo.
Cohen-Solal, Annie: Leo and His Circle. New York, 2010.



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