domingo, 5 de julio de 2009

Marie-France Hirigoyen: El acoso moral (Le harcèlement moral / Mobbing)

La relación entre el individuo y la sociedad resulta compleja y no son escasos los procesos en los que las lucha por el poder se enmascara mediante fórmulas morales perversas. En su trabajo de 1998 titulado El acoso moral, Marie-France Hirigoyen presentó un análisis extremadamente clarificador acerca de cómo en nuestro alrededor se destruye a alguien de manera sutil, empleando solamente palabras, insinuaciones, rumores; esto es, mediante una violencia perversa a la que ella denomina “le harcèlement moral”, el acoso moral, o el mobbing anglosajón. Hirigoyen analiza la presencia de este fenómeno en la vida cotidiana, sea en el ámbito privado o en el lugar de trabajo; disecciona en qué consiste, las características del agresor, de la víctima, y también las consecuencias para la víctima y su entorno.


En el caso del acoso moral en el ámbito laboral, es interesante prestar atención a los mecanismos de la perversión moral que construyen el acoso. Según Hirigoyen, las víctimas no son personas afectadas por alguna patología o particularmente débiles. Al contrario, el acoso empieza cuando una víctima reacciona contra el autoritarismo o no se deja avasallar. Su capacidad de resistir a pesar de las presiones es lo que la señala como blanco. 
  • El acoso se vuelve posible porque viene precedido de una descalificación de la víctima por parte del perverso -que el grupo ha aceptado primero, y luego avalará-. Esta depreciación de la víctima justifica posteriormente la crueldad que se ha ejercido contra ella y conduce a pensar que se merece lo que le ocurre”(p.50).
Sin embargo las víctimas no son holgazanas, sino todo lo contrario. A menudo son personas escrupulosas, dedicadas a su trabajo, perfeccionistas, que desean ser impecables. En cierto modo se utiliza un proceso semejante al de la profecía que se cumple a sí misma:
  • “Cuando el proceso de acoso se instaura, la víctima es estigmatizada: se dice que el trato con ella es difícil, que tiene mal carácter, o que está loca. Se considera que su personalidad es la responsable de las consecuencias del conflicto, y la gente se olvida de cómo era antes o de cómo es en otro contexto. Una vez que a la víctima se la saca de sus casillas, no es extraño que se convierta en lo que pretenden convertirla. Una persona acosada no puede rendir al máximo de sus posibilidades. Presta menos atención, se muestra ineficaz y da pie a que se critique la calidad de su trabajo. Llegados a este punto a los compañeros les resulta fácil separarse de ella, dada su incompetencia o su falta de profesionalidad” (p.51).


Las causas pueden ser diversas. Los grupos soportan mal la diferencia: una mujer en un grupo de hombres o al revés, la homosexualidad, las diferencias raciales, religiosas, sociales, políticas, etc. A veces el acoso es suscitado por un sentimiento de envidia respecto de alguien que posee algo que los demás no poseen, o bien entre compañeros por enemistades personales, o como forma de competencia en la que un protagonista intenta destacar a costa del otro. Entre individuos rivales es legítima una lucha por el poder, pero siempre que se trate de una competición en la que todos tengan su oportunidad.


Resulta clarividente la exposición de Hirigoyen sobre las maniobras perversas:
  • “Cuando un individuo perverso entra en un grupo, tiende a reunir a su alrededor a sus miembros más dóciles con la idea de seducirlos. Si un individuo se niega a alistarse, el grupo lo rechaza y lo convierte en chivo expiatorio. De este modo, entre los miembros del grupo, se crea una relación social en torno a la crítica común de la persona aislada, y en torno a los cotilleos y los chismes. En este punto, el grupo ya se halla bajo la influencia del perverso e imita su cinismo y su falta de respeto. No se puede decir que estos individuos hayan perdido todo su sentido moral, pero, al depender de una persona sin escrúpulos, han perdido todo su sentido crítico.
  • Stanley Milgram, un psicólogo social norteamericano, estudió, entre 1950 y 1963, el fenómeno del sometimiento a la autoridad. Su método era el siguiente: 'Una persona acude a un laboratorio de psicología en donde se le ruega que ejecute una serie de acciones que van a entrar progresivamente en conflicto con su conciencia. La cuestión estriba en saber hasta qué punto preciso seguirá las instrucciones del experimentador antes de negarse a ejecutar unas acciones determinadas'. En su conclusión, establece que 'personas normales, carentes de toda hostilidad, pueden convertirse, cuando trabajan, en agentes de un proceso atroz de destrucción'. Christophe Dejours, que habla de la trivialización social del mal, ratifica esta observación. Efectivamente, hay individuos que necesitan una autoridad superior para alcanzar un cierto equilibrio. Los perversos utilizan esta docilidad en su propio beneficio, y la usan también para hacer sufrir a los demás.
  • El objetivo de un individuo perverso es acceder al poder o mantenerse en él -para lo cual utiliza cualquier medio-, o bien ocultar su propia incompetencia. Para ello necesita desembarazarse de todo aquel que pueda significar un obstáculo para su ascensión, y de todo aquel que pueda ver con demasiada lucidez sus modos de obrar” (p.63).


Según Hirigoyen el acoso moral encuentra su caldo de cultivo en empresas desorganizadas, mal estructuradas o deprimidas, o empresas indulgentes que cierran los ojos ante tales conflictos, o bien los promueven al definir mal las funciones, tener un clima de organización inestable, o falta de consensos imprescindibles. Hirigoyen considera que, aunque el acoso en el ámbito laboral sea un fenómeno tan viejo como el mismo trabajo, sólo a a partir de la década de los noventa se ha comenzado a identificarlo como un fenómeno que destruye el ambiente de trabajo, disminuye la productividad y favorece el absentismo por desgaste psicológico.


Hirigoyen, Marie-France. El acoso moral. Barcelona: 1999, Editorial Paidós. Traducción de Enrique Folch González
(Original: Le harcèlement moral. Paris: 1998, Éditons La Découverte).

En relación con la capacidad de liderazgo y la organización de las empresas, aunque desde un punto de vista más bien tragicómico:
Marías, Javier. "Caricatura del jefe español (o no tanto)". El País Semanal: 05/07/2009.


 

5 comentarios:

  1. Zulema Argentina. No recuerso su apellido. solo se que se graduo de una Escuela De Psicologia privada de la cd. de Durango, Mexico, trabajo en escuelas primarias y guarderias y es una perversa como la que mencionan en este texto.No se a que se dedique ahora. Por este medio hago la denuncia. Hace mucho tiempo que paso esto. Muchos de los crimenes que cometen estos acosadores quedan impunes, de hecho la mayoria. Son muy cuidadosos, muy sutiles para actuar, de manera que nadie le da importancia a sus actos, solo, porsupuesto, la victima, que queda con las secuelas de sus abusos de por vida.

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  2. Es tan cierto, y tan triste, luego de buscar tanto tiempo el porqué?, leyendo a la Dra,Hirigoyen me di cuenta que la envidia también cuenta, ya en el fondo del pozo y quizás por mi capacidad de resiliencia hace poco comencé a rebelarme, a denunciar, a buscar ayudar, a no querer morir, pues te llevan a pensar en terminar con el sufrimiento de tanta inequidad.
    Pero sería muy egoísta de mi parte dejar sin madre a mi hijo, aun me precisa, es como estar sin estar, cumplir sin existir, no podemos hacer nada frente al poder, nadie puede con ellos/as son demasiado sutiles. Que Dios me ayude! Mari (uruguay)

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    1. Dios es justo y ve todo, " mia es la venganza , yo pagare dice el Señor" Romanos 12:19.
      en cuanto a tu sufrimiento si quisieras acercarte a Jesus El te recibe para darte paz y descanso. Arriba, mucha fuerza desde aqui para ti y para tu familia!
      Saludos!!

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  3. Hola :) Yo estoy estudiando psicologia y me dejaron este libro para un ensayo, la verdad me esta gustando bastante. Yo sufri de mas chica abusos en la escuela, me lo hicieron porque a la tipica "popular" de la escuela y a mi nos gustaba el mismo chico, a el le gustaba otra chava que ni eramos nosotras, yo lo deje por la paz y mejor fui su amiga, pero eso la enojo muchisimo y puso a todos en contra mia, me quede sin amigos y como estaba gordita me empezaron a molestar con eso, tenia muy baja autoestima. Termine por salirme de la escuela porque ya no aguantaba los abusos y aunque ya le habia dicho a mis padres y ellos a su vez hablaron con la directora, los abusos seguian, pero aunque me cambie de escuela, me marco mucho lo que me hicieron mis supuestos "amigos" y a cada escuela que entraba no queria relacionarme con nadie y al final me tuvieron que llevar a terapia, la verdad es lo mejor que me pudo pasar, de ahi agarre el gusto por la psicologia y aunque ya voy en la universidad y mi terapeuta me ha ayudado bastante, aun sigo sin ser la de antes, antes era super extrovertida y hacia amistad con todos, pero esa vivencia me cambio y aunque como mencione antes estoy trabajando en la terapia para cambiar eso, aun tengo mis momentos de retroceso... las personas solo quieren humillarte, pero no se dan cuenta del daño que hacen, yo fui con un especialista que me saco adelante, pero cuantos chicos no se suicidan por tantas burlas y abusos... sin duda leer este libro te abre los ojos a una verdad que esta mas latente hoy en dia.

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  4. Gracias por su artículo. Ahí les dejo una aportación que creo que puede ser útil a las víctimas.
    ¿Conoces la verdadera naturaleza del acosador?
    https://vueltaalorigensite.wordpress.com/2016/01/31/mobbing-acoso-psicologico/

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