Según informa El País del 23/03/2010, el Gobierno alemán de la coalición conservadora-liberal prepara medidas para hacer que los bancos destinen una parte de sus ganancias a un fondo de seguridad bancario que posibilite que los bancos mismos financien sus propios rescates en el caso de crisis sobrevenida. La idea parecería una intervención del Estado, pero tanto la cristiano-demócrata Merkel, como su socio el liberal Westerwelle, argumentan que se trata de hacer responsables de sus propios fracasos a quienes especulan con excesivos riesgos evitando que pague el ciudadano a través del Estado.
En el diario Süddeutsche Zeitung del 23/03/2010, el comentarista político Claus Hulverscheidt señala que tras meses de conflictos entre conservadores y liberales a propósito de la subida o bajada de impuestos (Westerwelle pretende la bajada, pero algunos barones federales de la CDU anuncian que votarían en contra en el Bundesrat), por fin han encontrado una idea con la que dar una buena imagen ante las próximas elecciones del 9 de mayo en el Estado federado de Nordrhein-Westfalen (NRW). En caso de perderlas se vería comprometida la mayoría conservadora en el Bundesrat, con lo que se dificultaría la acción del Gobierno que hasta ahora no se ha presentado como suficientemente unitaria.
Hulverscheidt considera que el proyecto no es malo pero cree que ponerlo en marcha no va a ser sencillo y que el control de un tal fondo no sería posible en última instancia, pues podría ser invertido en capital riesgo, de modo que finalmente acabaría siendo el erario público quien tuviera que intervenir si se reproduce el colapso.
Con independencia de los comentaristas políticos alemanes, ¿por qué el proyecto de hacer responsables a los bancos de sus propios desmanes resulta una idea aceptable, aunque sea para conseguir el favor de los votantes en NRW? La respuesta tiene que ver con la necesidad de adoptar algún tipo de cautelas para tratar de minimizar la próxima crisis. Ello es así porque de momento a partir tanto de la presente crisis como de su gestión podría concluirse que lejos de adoptarse medidas que la eviten, se ha incentivado su repetición. Precisemos este argumento.
La crisis actual ha tenido como grandes hitos los siguientes:
- Grandes empresas financieras se desploman. Tienen elevados índices de seguridad concedidos por auditoras de prestigio y directivos intensamente bien pagados y enriquecidos.
- Grandes bancos mundiales participaban en las empresas caídas, por lo que están en riesgo.
- Como el riesgo es demasiado grande, los principales Estados de los países industrializados destinan sus ahorros al salvamento del sistema financiero.
- Se realizan grandes cumbres de líderes mundiales. La conciencia de gran crisis genera desconfianza, por lo que se retrae el consumo y aparece la crisis económica con lo que aumenta el desempleo.
- Ante la crisis económica aquellos Estados destinan más ahorros y/o recurren al endeudamiento para conjurar la crisis y el desempleo mediante acciones de dinamización de la economía.
- Los Estados tienen que aplicar políticas de contención del gasto y/o aumento de impuestos, con lo que los gobiernos practican políticas impopulares, al tiempo que las grandes corporaciones industriales y financieras exigen a los gobiernos que no aumenten los impuestos y que reduzcan el gasto del Estado...
Así pues, algunos directivos de las altas esferas en las corporaciones financieras podrían pensar que pueden seguir enriqueciéndose mediante operaciones arriesgadas, esencia del capitalismo, pues en el peor de los casos el Estado los salvará de la quiebra, siempre y cuando se haga a tan gran escala que su caída produzca "horror vacuii". Su lógica puede ser hasta ideológicamente austojustificativa: Sería casi como recuperar del Estado los impuestos que previamente el Estado les ha requisado impositivamente. La "mano invisible" del liberalismo habría encontrado una especie de disolución del Estado por la vía de agotar sus recursos y agotar, por ende, su sentido... Si Westerwelle no lo impide, claro...
Así pues, en conclusión, si en el momento presente no se tomaran las medidas adecuadas, la lectura que se podría hacer es que se incentivan el tipo de acciones que condujeron el sistema casi a su colapso. Por eso puede ser popular la propuesta de Merkel: "¡Que se hagan responsables de sus riesgos excesivos!".
Resulta obvio que algo falla en nuestro sistema si los Estados invierten sus recursos en salvar grandes empresas, financieras o no, que en parte han sido mal gestionadas a la vez que sus directivos se han enriquecido, siguen enriqueciéndose y siguen, en su mayor parte, siendo los mismos. ¿Vamos a estar preparados para la próxima crisis? Felipe González no parece muy optimista en el caso de España...
En el diario Süddeutsche Zeitung del 23/03/2010, el comentarista político Claus Hulverscheidt señala que tras meses de conflictos entre conservadores y liberales a propósito de la subida o bajada de impuestos (Westerwelle pretende la bajada, pero algunos barones federales de la CDU anuncian que votarían en contra en el Bundesrat), por fin han encontrado una idea con la que dar una buena imagen ante las próximas elecciones del 9 de mayo en el Estado federado de Nordrhein-Westfalen (NRW). En caso de perderlas se vería comprometida la mayoría conservadora en el Bundesrat, con lo que se dificultaría la acción del Gobierno que hasta ahora no se ha presentado como suficientemente unitaria.
Hulverscheidt considera que el proyecto no es malo pero cree que ponerlo en marcha no va a ser sencillo y que el control de un tal fondo no sería posible en última instancia, pues podría ser invertido en capital riesgo, de modo que finalmente acabaría siendo el erario público quien tuviera que intervenir si se reproduce el colapso.
Con independencia de los comentaristas políticos alemanes, ¿por qué el proyecto de hacer responsables a los bancos de sus propios desmanes resulta una idea aceptable, aunque sea para conseguir el favor de los votantes en NRW? La respuesta tiene que ver con la necesidad de adoptar algún tipo de cautelas para tratar de minimizar la próxima crisis. Ello es así porque de momento a partir tanto de la presente crisis como de su gestión podría concluirse que lejos de adoptarse medidas que la eviten, se ha incentivado su repetición. Precisemos este argumento.
La crisis actual ha tenido como grandes hitos los siguientes:
- Grandes empresas financieras se desploman. Tienen elevados índices de seguridad concedidos por auditoras de prestigio y directivos intensamente bien pagados y enriquecidos.
- Grandes bancos mundiales participaban en las empresas caídas, por lo que están en riesgo.
- Como el riesgo es demasiado grande, los principales Estados de los países industrializados destinan sus ahorros al salvamento del sistema financiero.
- Se realizan grandes cumbres de líderes mundiales. La conciencia de gran crisis genera desconfianza, por lo que se retrae el consumo y aparece la crisis económica con lo que aumenta el desempleo.
- Ante la crisis económica aquellos Estados destinan más ahorros y/o recurren al endeudamiento para conjurar la crisis y el desempleo mediante acciones de dinamización de la economía.
- Los Estados tienen que aplicar políticas de contención del gasto y/o aumento de impuestos, con lo que los gobiernos practican políticas impopulares, al tiempo que las grandes corporaciones industriales y financieras exigen a los gobiernos que no aumenten los impuestos y que reduzcan el gasto del Estado...
Así pues, algunos directivos de las altas esferas en las corporaciones financieras podrían pensar que pueden seguir enriqueciéndose mediante operaciones arriesgadas, esencia del capitalismo, pues en el peor de los casos el Estado los salvará de la quiebra, siempre y cuando se haga a tan gran escala que su caída produzca "horror vacuii". Su lógica puede ser hasta ideológicamente austojustificativa: Sería casi como recuperar del Estado los impuestos que previamente el Estado les ha requisado impositivamente. La "mano invisible" del liberalismo habría encontrado una especie de disolución del Estado por la vía de agotar sus recursos y agotar, por ende, su sentido... Si Westerwelle no lo impide, claro...
Así pues, en conclusión, si en el momento presente no se tomaran las medidas adecuadas, la lectura que se podría hacer es que se incentivan el tipo de acciones que condujeron el sistema casi a su colapso. Por eso puede ser popular la propuesta de Merkel: "¡Que se hagan responsables de sus riesgos excesivos!".
Resulta obvio que algo falla en nuestro sistema si los Estados invierten sus recursos en salvar grandes empresas, financieras o no, que en parte han sido mal gestionadas a la vez que sus directivos se han enriquecido, siguen enriqueciéndose y siguen, en su mayor parte, siendo los mismos. ¿Vamos a estar preparados para la próxima crisis? Felipe González no parece muy optimista en el caso de España...
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