Frente a unas recientes declaraciones de Obama, Paul Krugman pone en cuestión la vieja idea de que la educación es el camino para el éxito económico. Cree que es un hecho que el desarrollo de nuevos programas informáticos está haciendo menos necesarios los trabajos que exigen mejor educación. Le parece un hecho que desde 1990 el mercado de trabajo en EEUU se ha caracterizado por un crecimiento rápido de la demanda de empleos de alto nivel y de bajo nivel, pero quedándose atrás los de nivel medio. Y en la actualidad se ha acelerado el crecimiento de los empleos de bajo nivel.
Considera que lo que está ocurriendo es que mediante los ordenadores se convierten en tareas rutinarias aquellas tareas que pueden transformarse en reglas precisas, lo que incluye algunos trabajadores de cuello blanco; y, sin embargo, excluye determinados trabajos en los que ello no es posible (por ejemplo, conductores de camión, entre otros). Cree que las posibilidades de computerización alcanza a un 6% de los empleos en EEUU, y a una buena parte de los trabajos de cuello blanco con trabajadores bien formados.
A lo que se añade que la globablización actual, combinada con las telecomunicaciones, hace prever que también los empleos de alto nivel en EEUU van a verse afectados por la competencia internacional.
Opina que ya no es cierto que llevando más jóvenes a la Universidad, con independencia de su origen social, se vaya a conseguir sostener la clase media, porque ya no es cierto que un título universitario vaya a significar un buen empleo. Así pues, la educación no es la respuesta, si queremos una sociedad en la que la prosperidad se comparta, sino que son necesarios dos elementos:
- Devolver a los trabajadores ordinarios el poder que han perdido en los últimos 30 años de alcanzar buenos sueldos.
- Asegurar lo esencial: Sanidad universal.
Krugman, Paul. "Degrees and Dollars". The New York Times, 07/03/2011, page A21.
Krugman, Paul. "Titulaciones y dólares". El País, 13/03/2011, Negocios, página 26.
Considera que lo que está ocurriendo es que mediante los ordenadores se convierten en tareas rutinarias aquellas tareas que pueden transformarse en reglas precisas, lo que incluye algunos trabajadores de cuello blanco; y, sin embargo, excluye determinados trabajos en los que ello no es posible (por ejemplo, conductores de camión, entre otros). Cree que las posibilidades de computerización alcanza a un 6% de los empleos en EEUU, y a una buena parte de los trabajos de cuello blanco con trabajadores bien formados.
A lo que se añade que la globablización actual, combinada con las telecomunicaciones, hace prever que también los empleos de alto nivel en EEUU van a verse afectados por la competencia internacional.
Opina que ya no es cierto que llevando más jóvenes a la Universidad, con independencia de su origen social, se vaya a conseguir sostener la clase media, porque ya no es cierto que un título universitario vaya a significar un buen empleo. Así pues, la educación no es la respuesta, si queremos una sociedad en la que la prosperidad se comparta, sino que son necesarios dos elementos:
- Devolver a los trabajadores ordinarios el poder que han perdido en los últimos 30 años de alcanzar buenos sueldos.
- Asegurar lo esencial: Sanidad universal.
Krugman, Paul. "Degrees and Dollars". The New York Times, 07/03/2011, page A21.
Krugman, Paul. "Titulaciones y dólares". El País, 13/03/2011, Negocios, página 26.
Que horrible traducción: white-collar se refiere a trabajos de oficina, no a cuello blanco -.-
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