Thomas Piketty teme que las ideas de los conservadores puedan destruir Europa por falta de capacidad para recordar la historia. En una entrevista con el semanario alemán Die Zeit se expresa del modo siguiente (traducción propia desde el original alemán):
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- Zeit: Los alemanes ya nos hemos puesto al día con la historia.
- Piketty: ¡Pero no en lo que tiene que ver con la liquidación de la deuda alemana! Recordarlo tendría que ser importante para la actual Alemania. Observe la historia de las deudas públicas: Gran Bretaña, Alemania y Francia estuvieron en la situación actual de Grecia, incluso padecieron mayores deudas. La primera lección que se puede obtener de la historia de las deudas estatales es que no estamos ante un problema nuevo. Hubo siempre muchas posibilidades para amortizar las deudas. Y no solamente una, como Berlín y París quieren hacerles creer a los griegos.
- Zeit: ¿Pero sí que deben devolver las deudas?
- Piketty: Mi libro habla de la historia de los ingresos y los bienes, incluidos los públicos. Lo que me llamó la atención al escribirlo es que Alemania es de verdad el ejemplo modélico de un país que en la historia nunca ha devuelto sus deudas públicas. Ni tras la Primera ni tras la Segunda Guerra Mundial. Eso sí, ha hecho que otros paguen, después de la guerra franco-alemana de 1870, cuando exigió una gran suma a Francia y la recibió. Por ello el estado francés padeció durante décadas bajo las deudas. De hecho la historia de las deudas públicas es muy irónica. Rara vez obedece a nuestras ideas de orden y justicia.
- Zeit: ¿Se puede por ello extraer la conclusión de que hoy no lo podemos hacer mejor?
- Piketty: Cuando hoy escucho decir a los alemanes que mantienen un elevado respeto moral al respecto de las deudas y que por ello creen firmemente que las deudas tienen que ser devueltas, entonces pienso "¡esto sí que es un gran chiste!". Alemania es el país que nunca ha pagado sus deudas. Por ello no puede impartir lecciones a otros países.
- Zeit: ¿Acude a la historia para considerar como ganadores a los estados que no devuelven las deudas?
- Piketty: Exactamente tal estado es Alemania. Pero vayamos poco a poco. La historia nos enseña dos posibilidades para que un estado endeudado satisfaga sus impagos. Una nos la mostró el imperio británico en el siglo XIX tras las caras guerras napoleónicas. Es el método lento, que hoy se le recomienda a Grecia. El imperio ahorró entonces la deuda mediante una rigurosa disciplina presupuestaria, que funcionó pero duró largo tiempo. Durante 100 años los británicos dedicaron entre dos y tres por ciento de su economía a devolver la deuda, más de lo que dedicaron a las escuelas y la formación. Eso no tiene que ser ni debería ser hoy así. Porque el segundo método va mucho más rápido: Alemania lo la probado en el siglo XX. En esencia consiste en tres componentes: Inflación, un impuesto especial sobre los bienes privados y una quita en la deuda.
- Zeit: ¿Y ahora nos está explicando que nuestro milagro económico tiene que ver con la quita de deuda que hoy negamos a los griegos?
- Piketty: Exactamente. El estado alemán tras el final de la guerra en 1945 estaba endeudado con el 200% de su producto interior bruto (PIB). Diez años después quedaba poco de ello pues la deuda del estado se situó por debajo del 20% del PIB. Francia realizó en ese tiempo un artificio parecido. Semejante enorme reducción de la deuda no la habríamos alcanzado nunca por medio de la disciplina presupuestaria que hoy recomendamos a Grecia. En lugar de ello nuestros dos países siguieron el segundo método, con los tres componentes mencionados, incluida la quita de deuda. Piense en la conferencia sobre la deuda de Londres de 1952, que anuló el 60% de la deuda extranjera alemana y reestructuró la deuda interior de la joven República Federal.
- Zeit: Eso ocurrió porque la gente reconoció que las elevadas reparaciones de guerra pedidas a Alemania tras la Primera Guerra Mundial fueron una de las causas de la Segunda Guerra Mundial. ¡La gente quiso esta vez perdonar los pecados a los alemanes!
- Piketty: ¡Eso es absurdo! No tiene nada que ver con ideas morales, sino que fue una decisión racional de economía política. Se reconoció entonces correctamente que tras las grandes crisis, que tienen como consecuencia una elevada carga de deuda, se llega en algún momento al punto en el cual se debe mirar al futuro. No se puede pedir pagar a las nuevas generaciones, durante décadas, a causa de los errores de sus padres. Sin duda que ahora los griegos han cometido grandes errores. Hasta 2009 los gobiernos de Atenas han falseado sus presupuestos. Sin embargo las jóvenes generaciones de griegos de hoy no tienen la responsabilidad por los errores de sus padres como no la tenía la joven generación de alemanes de los años 1950 y 1960. Tenemos que mirar al futuro. Europa fue fundada sobre el olvido de la deuda y la inversión en el futuro. Y no sobre la idea de una penitencia eterna. Tendríamos que recordar todo ello.
- Zeit: En el final de la Segunda Guerra Mundial se había producido un colapso de la civilización. Europa era un campo de batalla. Hoy es diferente.
- Piketty: Negar la comparación con el tiempo de postguerra sería una equivocación. Considere la crisis financiera de 2008/2009. ¡No fue una crisis cualquiera! Fue la mayor crisis financiera desde 1929. Tenemos que situarnos en tal comparación histórica. Eso vale también para el PIB griego. Entre 2009 y 2015 ha retrocedido en un 25%, lo que es comparable con la recesión en Alemania y Francia entre 1929 y 1935.
- Zeit: Muchos alemanes creen que los griegos no han reconocido hasta hoy sus errores y simplemente siguen haciendo lo mismo con su gastos estatales.
- Piketty: Si les hubieramos dicho a ustedes los alemanes en los años 1950 que ustedes no habían respondido suficientemente por sus errores, habrían estado para siempre pagando sus deudas. Felizmente fuimos más inteligentes.
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