El pasado 27/03/2011 tuvieron lugar las elecciones regionales en Baden-Württemberg, uno de los más prósperos estados federados (Länder) de Alemania, con empresas como Mercedes-Benz y Porsche. El resultado ha constituido un cambio político radical puesto que la coalición de cristiano-demócratas (CDU) y liberales (FDP), que de un modo u otro ha gobernado dicho estado federado (Land) desde su constitución tras la II Guerra Mundial, ha perdido la mayoría. Los verdes (Die Grüne) y socialistas (SPD) trabajan desde aquel día para ocupar el poder a partir de la próxima sesión de investidura.
El resultado electoral ha sido el siguiente:
Se han hecho muchos análisis acerca de las razones de este cambio político, pero parece que en estos resultados han tenido bastante influencia dos factores que pasamos seguidamente a considerar.
El primero es un factor del corto plazo y tiene que ver con el desastre nuclear acontecido en Japón pocos días antes de la cita electoral. La gestión de este suceso de impacto mundial no fue demasiado acertada por parte de la coalición de gobierno federal, que ostenta el mismo signo político que tenía la del Land (CDU/FDP). La canciller Angela Merkel ha llegado a reconocer que cometió errores al dar bandazos respecto de la política del país en lo relativo a la energía nuclear, yendo desde declarar su paralización inmediata hasta la continuación prudente en pocos días. Alguno de sus ministros federales habló de "apocalipsis" al referirse a la situación en Japón. Esta posición parece haber favorecido a las tesis políticas de Die Grüne, cuya posición política al respecto era claramente contraria a la energía nuclear y favorable a un cambio del modelo energético.
El segundo es un factor del largo plazo y tiene que ver con el proyecto Stuttgart 21, que es un plan de reestructuración de las comunicaciones ferroviarias en la capital del Land, Stuttgart, con inversiones millonarias tanto en el ámbito ferroviario regional como de comunicaciones viarias, así como en el plano inmobiliario y de transformación del entorno del centro de Stuttgart, y en cuya financiación están implicados tanto la ciudad, como el Land, el gobierno federal y la compañía ferroviaria (DB), entre otros menores. El proyecto viene desarrollándose desde hace ya una década, con una creciente oposición por parte de Die Grüne, y una posición favorable por parte de CDU y FDP, y también favorable por parte del SPD aunque con algunos matices. Pero en los últimos años, cuando se ha pasado de la fase de planificación a la de realización del proyecto, los verdes han capitalizado un gran rechazo público a las actuaciones previstas que, especialmente cuando se estaba derribando el emblemático edificio de la estación central del ferrocarril en Stuttgart, han desembocado en grandes manifestaciones públicas contra el proyecto bajo el lema "Oben bleiben", las cuales han ido creciendo paulatinamente desde hacía meses. Para apaciguar los ánimos, y ante la proximidad de la contienda electoral, el gobierno del Land decidió abrir un foro de mediación entre los partidarios y los contrarios al proyecto Stuttgart 21, nombrando como mediador a Heiner Geissler, un antigüo político de la CDU con el canciller Helmut Kohl, que después ha derivado hacia posiciones políticas diferentes haciendo pública en 2007 su entrada en ATTAC. En 2010 se resolvió el resultado de la mediación consistiendo en la mejora de una serie de puntos de Stuttgart 21. Las sesiones del proceso de mediación fueron retransmitidas incluso en televisión. La oposición al proyecto, encabezada por Die Grüne, aportó un proyecto diferente, Kopfbahnhof 21, que permite optimizar la estructura ferroviaria actual, conservar el entorno medioambiental, y acercarse a la ganancia de tiempo de Stuttgart 21 sin los enormes gastos que este proyecto supone al erario público. En la televisión la impresión subjetiva era que los defensores de Stuttgart 21 siempre trataron con altiva displicencia al portavoz de Kopfbahnhof 21 cuyas argumentaciones, por el contrario, siempre parecían razonables y respetuosas.
En el día de hoy los líderes verde (Winfried Kretschmann, profesor de secundaria), y socialista (Nils Schmid, abogado) han firmado un acuerdo de gobierno y se disponen a hacer historia en Alemania al situar por vez primera a un líder verde como Ministro-Presidente de un estado federado. El principal escollo para alcanzar un acuerdo de gobierno ha sido el proyecto Stuttgart 21, que ha sido resuelto con la decisión de convocar una consulta popular sobre el mismo. Han dado el siguiente título al acuerdo: "Comienza el cambio"; y los apartados principales del mismo son los siguientes:
El resultado electoral ha sido el siguiente:
- CDU: 39,0 % de votos = 60 diputados.
- Die Grüne: 24,2 % de votos = 36 diputados.
- SPD: 23,1 % de votos = 35 diputados.
- FDP: 05,3 % de votos = 07 diputados.
Se han hecho muchos análisis acerca de las razones de este cambio político, pero parece que en estos resultados han tenido bastante influencia dos factores que pasamos seguidamente a considerar.
El primero es un factor del corto plazo y tiene que ver con el desastre nuclear acontecido en Japón pocos días antes de la cita electoral. La gestión de este suceso de impacto mundial no fue demasiado acertada por parte de la coalición de gobierno federal, que ostenta el mismo signo político que tenía la del Land (CDU/FDP). La canciller Angela Merkel ha llegado a reconocer que cometió errores al dar bandazos respecto de la política del país en lo relativo a la energía nuclear, yendo desde declarar su paralización inmediata hasta la continuación prudente en pocos días. Alguno de sus ministros federales habló de "apocalipsis" al referirse a la situación en Japón. Esta posición parece haber favorecido a las tesis políticas de Die Grüne, cuya posición política al respecto era claramente contraria a la energía nuclear y favorable a un cambio del modelo energético.
El segundo es un factor del largo plazo y tiene que ver con el proyecto Stuttgart 21, que es un plan de reestructuración de las comunicaciones ferroviarias en la capital del Land, Stuttgart, con inversiones millonarias tanto en el ámbito ferroviario regional como de comunicaciones viarias, así como en el plano inmobiliario y de transformación del entorno del centro de Stuttgart, y en cuya financiación están implicados tanto la ciudad, como el Land, el gobierno federal y la compañía ferroviaria (DB), entre otros menores. El proyecto viene desarrollándose desde hace ya una década, con una creciente oposición por parte de Die Grüne, y una posición favorable por parte de CDU y FDP, y también favorable por parte del SPD aunque con algunos matices. Pero en los últimos años, cuando se ha pasado de la fase de planificación a la de realización del proyecto, los verdes han capitalizado un gran rechazo público a las actuaciones previstas que, especialmente cuando se estaba derribando el emblemático edificio de la estación central del ferrocarril en Stuttgart, han desembocado en grandes manifestaciones públicas contra el proyecto bajo el lema "Oben bleiben", las cuales han ido creciendo paulatinamente desde hacía meses. Para apaciguar los ánimos, y ante la proximidad de la contienda electoral, el gobierno del Land decidió abrir un foro de mediación entre los partidarios y los contrarios al proyecto Stuttgart 21, nombrando como mediador a Heiner Geissler, un antigüo político de la CDU con el canciller Helmut Kohl, que después ha derivado hacia posiciones políticas diferentes haciendo pública en 2007 su entrada en ATTAC. En 2010 se resolvió el resultado de la mediación consistiendo en la mejora de una serie de puntos de Stuttgart 21. Las sesiones del proceso de mediación fueron retransmitidas incluso en televisión. La oposición al proyecto, encabezada por Die Grüne, aportó un proyecto diferente, Kopfbahnhof 21, que permite optimizar la estructura ferroviaria actual, conservar el entorno medioambiental, y acercarse a la ganancia de tiempo de Stuttgart 21 sin los enormes gastos que este proyecto supone al erario público. En la televisión la impresión subjetiva era que los defensores de Stuttgart 21 siempre trataron con altiva displicencia al portavoz de Kopfbahnhof 21 cuyas argumentaciones, por el contrario, siempre parecían razonables y respetuosas.
En el día de hoy los líderes verde (Winfried Kretschmann, profesor de secundaria), y socialista (Nils Schmid, abogado) han firmado un acuerdo de gobierno y se disponen a hacer historia en Alemania al situar por vez primera a un líder verde como Ministro-Presidente de un estado federado. El principal escollo para alcanzar un acuerdo de gobierno ha sido el proyecto Stuttgart 21, que ha sido resuelto con la decisión de convocar una consulta popular sobre el mismo. Han dado el siguiente título al acuerdo: "Comienza el cambio"; y los apartados principales del mismo son los siguientes:
- Preámbulo.
- Mejor educación para todos.
- Modernización ecológica y social que lleva a la dinámica económica.
- Modernización ecológica y social para la conservación de los fundamentos naturales de la vida.
- Para una sociedad solidaria y con justicia social.
- Presupuesto sostenible.
- Un buen Estatuto para Baden-Württemberg.
- Baden-Württemberg abierto al mundo.