El periodista John Carlin valora muy favorablemente la irrupción en la política española de nuevos líderes como Pablo Iglesias (Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos). Cree que a diferencia de lo que ha ocurrido en el pasado, "lo que se detecta es no sólo un salto de calidad respecto a la podredumbre de la política española de los últimos 20 años, sino un nivel de sensatez y cordura difícil de encontrar hoy en día en cualquier otro lugar del mundo" (se refiere a la comparación con otros líderes que han aparecido en la escena internacional: Donal Trump en EEUU, Marine Le Pen en Francia, y Jeremy Corbyn y Nigel Farage en Reino Unido).
Por otro lado, resulta inquietante la siguiente afirmación de Carlin (observador internacional) respecto de los dirigentes españoles del pasado reciente:
- El chulito Aznar; el endeble Zapatero; la momia Rajoy: lamentable que desde 1996 esto fuera lo mejor que la política española haya sido capaz de producir. Se presentaban en foros internacionales o se reunían cara a cara con los jefes de gobierno del norte de Europa, o Estados Unidos, y no estaban a la altura. Sabiéndose impostores en semejante compañía (sí, Aznar en el fondo también), los tres a su manera se achicaban, visiblemente incómodos cuando eran invitados a subir a las mesas de la gente grande. A lo largo de estos años personas que han ocupado altos cargos en la Foreign Office o en el 10 de Downing Street me han dicho que tanto los jefes de gobierno británicos como los franceses, alemanes, holandeses y otros han llegado a sentir vergüenza ajena a la hora de sentarse a dialogar con individuos de tan bananero nivel.