Averroes nació en la península ibérica, en Córdoba, allá por el año 1126. Es uno de los grandes filósofos de la Edad Media, reconocido y admirado por Santo Tomás de Aquino, pese a que Ibn Rushd, conocido en occidente como Averroes, era musulmán. Su influencia en la filosofía medieval europea es patente. Baste decir que una corriente de pensamiento medieval de la época se denominó "averroísmo latino". Dante, que en la Divina Comedia puso a Mahoma en el infierno, sin embargo dejó a Averroes y Avicena en el limbo, y a un averroísta latino, Sigerio de Brabante, en el cielo. La aportación de Averroes es crucial y de plena actualidad porque indagó acerca de los límites entre lo que nos dice la religión y lo que nos dice el saber filosófico. De hecho Averroes se enfrentó a al-Ghazali (1058-1111), quien, con su obra Destrucción de la Filosofía (Tahafut al-Falasifa), atacaba a los filósofos en veinte puntos principales, criticando fundamentalmente a los filófosos musulmanes, como Avicena y otros, a través de los cuales penetraba en el Islam un "peligroso" aristotelismo; por eso al-Ghazali defendió contra los filósofos la verdad de la resurrección de los cuerpos y la realidad del paraíso y del infierno, además de criticar la noción de causalidad. Averroes respondió con su obra Destrucción de la destrucción (Tahafut al tahafut, aprox. 1180), acusando de inconsistencia a al-Ghazali, pues éste criticaba a la filosofía haciendo filosofía. Es notable que la crítica de al-Ghazali anticipó en cierta forma la crítica de Hume (s. XVIII) a la noción de causalidad. Averroes se explayó criticando los argumentos de su antecesor. Si al-Ghazali defendía la noción coránica de la creación del mundo, Averroes la criticaba puesto que si hubo una creación, tendría que haber la nada antes de ella, lo que no tiene sentido, pues no tienen sentido ni el no-ser ni el tiempo vacío. El aristotelismo de Averroes intentaba conciliar la idea de la creación coránica con la noción aristotélica del primer motor inmóvil que actúa en una creación eterna por la eterna actualización de la potencia en acto.
Averroes, con turbante y bigote, tras Pitágoras que escribe (detalle de La escuela de Atenas, Rafael) |
La condena al exilio es sintomática de la posición de Averroes según la cual la verdad de la filosofía tendría preeminencia sobre la de la teología, lo que sería difícilmente aceptable por la ortodoxia islámica. Para Averroes la filosofía es la única que alcanza una formulación plena de la verdad, mientras que la teología simplemente intenta adentrarse en la verdad mediante narraciones, símiles, metáforas, fórmulas alegóricas, para hacerla inteligible al ser humano ordinario, iletrado. La filosofía alcanza la verdad sin barnices, libre de trampas de la imaginación. La teología entonces, para Averroes, quedaba subordinada a la filosofía. La filosofía de Aristóteles es su modelo, e intenta compatibilizarla con el Islam y sus leyes (sharia).
Lo que parece fuera de toda duda es que Averroes no asumió en ningún momento una teoría de la doble verdad según la cual podría defenderse una verdad filosófica por un lado y al mismo tiempo defender justo la posición contraria en tanto que verdad teológica. ¿Por qué, entonces, hoy día siguen habiendo afirmaciones en el sentido de que Averroes defendió la teoría de la doble verdad? Algún historiador de la filosofía ha contribuido a ello:
- Averroes had necessarily to attempt a reconcilition of his philosophical ideas with orthodox Islamic theology, especially as those were not wanting who were ready to accuse him of heresy because of his devotion to a pagan thinker. He accordingly attempted this reconciliation by means of the so-called 'double truth' theory. This does not mean that according to Averroes, a proposition can be true in philosophy and false in theology or vice versa: his theory is that one and the same truth is understood clearly in philosophy and expressed allegorically in theology." (Copleston, Frederick. A History of Philosophy, vol 2. p. 198-199).
Cuando en el s. XIII llegaron a París las obras de Averroes en las que se ofrecía una filosofía aristotélica, se creó entre los cristianos el movimiento de seguidores denominado "averroísmo latino" que contenía afirmaciones aristotélicas. Por ejemplo, defendieron la eternidad del mundo, lo que parecía ser contrario a la tesis cristiana de la creación del mundo. Dios sería el eterno motor inmóvil aristotélico. También defendieron que el alma de cada hombre individual es mortal, corruptible. Y sólo es inmortal el entendimiento en tanto que especie. Como estas tesis parecian poner en cuestion algunos principios de la fe cristiana, los averroístas latinos añadieron en su defensa la doctrina de la doble verdad, de modo que podría haber una verdad de fe y otra de razón, contrarias pero compatibles. No estaban, pues, según ellos, atentando contra la fe. El averroísmo latino fue condenado por la ortodoxia cristiana y Sigerio de Brabante tuvo que abandonar la Universidad de París.
En realidad lo que se estaba reproduciendo es la confrontación de la Grecia clásica entre Platón, en la versión del agustinismo platónico, frente a Aristóteles, que llega al mundo cristiano de la mano del musulmán Averroes, pasando por el averroísmo latino, hasta llegar a Santo Tomás de Aquino
En realidad lo que se estaba reproduciendo es la confrontación de la Grecia clásica entre Platón, en la versión del agustinismo platónico, frente a Aristóteles, que llega al mundo cristiano de la mano del musulmán Averroes, pasando por el averroísmo latino, hasta llegar a Santo Tomás de Aquino
Santo Tomás de Aquino no aceptó las tesis del averroísmo latino, pero encomendó su obra a hacer compatible el aristotelismo con el cristianismo definiendo los ámbitos en los que tiene prioridad la fe y aquellos otros en los que prevalece la razón.
Así pues, hay un paralelismo entre las tareas de Averroes y Santo Tomás de Aquino, pues ambos intentaron integrar a Aristóteles en sus respectivos credos religiosos, aunque para Averrores la razón filosófica conservó la preeminencia.
Así pues, hay un paralelismo entre las tareas de Averroes y Santo Tomás de Aquino, pues ambos intentaron integrar a Aristóteles en sus respectivos credos religiosos, aunque para Averrores la razón filosófica conservó la preeminencia.
La escuela de Atenas, por Rafael Sanzio, año 1509. Encargo del Papa Julio II |
Me gusta seguid así ,he aprendido mucho 🤗🤩
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