martes, 30 de octubre de 2012

Tortella: ¿Se equivocó Montesquieu?

A propósito de las teorías de Montesquieu, Gabriel Tortella contrapone la teoría de Diamond de que el éxito de las naciones depende de los medios naturales de que disponen, a la de Acemoglu y Robinson según la cual lo que explica el fracaso de las naciones es su estructura política. Según la primera teoría se puede ver que las sociedades más ricas están en las zonas templadas del planeta, entre otros elementos; mientras que para la segunda son las sociedades con una organización política "inclusiva" (democracias) las que triunfan, frente a las "extractivas" (explotadoras) que fracasan.
Tortella cree que no es posible adoptar reduccionismos, puesto que podríamos encontrar contrajemplos  de países extractivos pero con grandes diferencias en su riqueza explicables por los elementos físicos (Arabia Saudí y Libia en relación con sus vecinos), como también se podría poner de manifiesto que no es sencillo imponer un sistema inclusivo en un país al margen de toda otra consideración (Irak).
Tortella, Gabriel. "¿Se equivocó Montesquieu?" El País, 30.10.2012.


lunes, 29 de octubre de 2012

Periodismo: Barboza y China

Una muestra de gran periodismo:

Urquizu: ¿Es culpa de los políticos?

Ignacio Urquizu analiza la cuestión de hasta qué punto la élite política española es la responsable de la crisis que sufre España. Critica la tesis de César Molinas acerca de que siendo los políticos en España una "élite extractiva" más interesada en su propio interés por enriquecerse, sería mejor un sistema electoral mayoritario. Urquizu considera que no sólo son responsables los políticos, sino que la crisis es el resultado de una combinación de muchos elementos. Cree que una buena parte de la responsabilidad la tiene la élite económica y que derivando la responsabilidad hacia los políticos no se favorece que personas de enorme valía se dediquen "a la gestión de lo público."
Urquizu, Ignacio. "¿Es culpa de los políticos?". El País, 29.10.2012.

Urquizu tiene razón al precisar que no son sólo los políticos los causantes de la crisis. Pero no parece tan acertado cuando dice que si seguimos desprestigiando a la clase política, será difícil que personas valiosas se dediquen a la política. Primero porque en muchos casos no son los ciudadanos los que están desprestigiando a la clase política, sino ejerciendo la crítica de unas conductas políticas que se han desprestigiado a sí mismas. Y segundo porque el mantenimiento de dicha crítica, lejos de ser un peligro, es el imprescindible principio de un cambio a mejor. Si se focaliza en los políticos es porque la tarea que se les encomienda es de principal relevancia. Así que, si hay personas realmente valiosas interesadas en ser actores de la vida política seguro que la ciudadanía estará encantada de que se prestigien a sí mismas no olvidando que, mientras algunas élites e individuos persiguen su interés particular, su importante encargo político es representar y defender el interés público subordinando toda la riqueza del país al interés general (art. 128 Constitución española).

sábado, 27 de octubre de 2012

Burbujas: Tulipomanía en Holanda s. XVII

En la Holanda de los años 20 del s. XVII los sensatos y calculadores comerciantes se lanzaron a una pasión por los tulipanes que pronto afectó a toda la población. Viendo como crecían sin cesar los precios de los bulbos, todos vieron en los tulipanes la posibilidad rápida de enriquecerse. Pronto no sólo se compraban y vendían tulipanes y bulbos de tulipanes realmente existentes, sino también los futuros. Este mercado de futuros o de opciones multiplicó la burbuja especulativa. Un campesino pagó por dos bulbos de los preciados Vice-Roy casi la totalidad de sus posesiones con la idea de multiplicar poco después su valor: Grandes cantidades de trigo, cuatro bueyes adultos, ocho cerdos, doce ovejas, cuatro toneladas de mantequilla, una cama, una cáliz de plata y algunos vestidos. En el punto álgido se llegó a vender una casa de seis pisos por cuatro bulbos.
Desde un punto de vista racional era evidente para cualquiera que no se podría mantener permanentemente una escalada tal de los precios, pero la mayoría de personas entró en el mercado dominada por el deseo irrefrenable de beneficios rápidos y crecientes.
Seis años tardó la tulipomanía en alcanzar los precios máximos, pero sólo seis días tardó en estallar a partir del momento en el que el primer lote de bulbos de tulipanes no encontró comprador en el sofisticado mercado creado al efecto. El resultado fue el empobrecimiento de amplias capas de la población mientras que se enriquecieron los pocos que salieron del negocio justo antes de que la burbuja estallara.
Mackay, Charles. Memoirs of Extraordinary Popular Delusions and the Madness of Crowds. London, 1852 (edición electrónica).

sábado, 13 de octubre de 2012

Uchatius: Ellos tienen las deudas, nosotros el beneficio

  • Presentamos el siguiente resumen/traducción del artículo de Wolfgang Uchatius titulado "Ellos tienen las deudas, nosotros el beneficio".
Trescientas personas se sientan en la sala de congresos de Saarbrücken ante una resplandeciente imagen de varios metros de altura que muestra una mujer de cabello corto entre niños contentos. La imagen contiene una frase concisa. La gente en la sala mira a la mujer, mira a los niños. Leen la frase y dan su aprobación entre murmullos. Les gusta la frase.
Son miembros de la CDU de Saarland [Sarre], la mayoría representantes de sus agrupaciones locales, que se han reunido ese 6 de febrero de 2012. Están aquí para concebir nuevas esperanzas, a pocas semanas de las elecciones regionales. La presidenta (CDU) Annegret Kramp-Karrenbauer es la mujer de la imagen y va por detrás en las encuestas.
Por eso la central del partido ha lanzado una nueva campaña, de la que forma parte la frase de la imagen. En los días siguientes la frase de la imagen lucirá en los carteles electorales de Saarland. Kramp-Karrenbauer hablará en las tribunas, cámaras de televisión y micrófonos de radio.
La frase dice: "Quiero un futuro sin deudas."
Ocho semanas después Annegret Kramp-Karrenbauer gana la elección con sorprendente ventaja. La campaña electoral termina en ese momento, pero la frase de la deuda se extiende meses más allá con ciertas modificaciones. La adoptan para sí el candidato de la CDU en Schleswig-Holstein, la agrupación de jóvenes de la Unión en Berlín, el grupo parlamentario del FDP en el Bundestag.
Todos quieren un futuro sin deudas.
Es posible que la frase cuelge de muros y columnas durante el próximo año para las elecciones generales. Los carteles electorales son siempre un espejo de los deseos de la gente. Nunca se han tenido deudas a gusto, pero la palabra no ha sonado nunca tan amenazante como ahora que las deudas de griegos, españoles e italianos amenazan nuestro bienestar y el miedo ante la bancarrota pende sobre todos como en su día el miedo ante una guerra nuclear.
"Un futuro sin deudas." Uno lee eso y piensa en el propio país y en que en Alemania no puede pasar lo de Grecia, dónde la semana pasada volaron granadas y cóctels-molotov. Piensa en su pequeño bienestar, por ejemplo en el coche nuevo, y en que uno se lo ha trabajado y no lo ha conseguido de fiado.
En el Leopard 2 no piensa uno.
El Leopard 2 es un tanque fabricado por la empresa alemana Krauss-Maffei Wegmann. Puede atravesar ríos de hasta una profundidad de 4 metros y alcanzar setenta kilómetros por hora de velocidad. Además de que dispara y se le considera el mejor tanque del mundo.
Hace cuatro años Kraus-Maffei Wegmann vendió 170 ejemplares del tanque Leopard a un país socio europeo y ganó 1.700 millones de euros, que es una vez y media lo que la empresa gana normalmente en un año.
El comprador fue Grecia. En ese momento estaba claro que los griegos financiarían los Leopard  2 mediante deuda, pero eso no le interesó a nadie. Mucho dinero corrió hacia Alemania, es lo que importaba.
Gran cantidad de dinero corrió especialmente hacia aquí [Alemania] en los pasados años no sólo desde Grecia, sino también desde Italia, España y Portugal. Los italianos, por ejemplo, antes del comienzo de la crisis compraron cada año unos 450.000 coches alemanes, los españoles casi 330.000, los griegos y portugueses a razón de 50.000. Casi uno de cada cuatro coches que Alemania puso en el exterior lo facturó a los actuales países en crisis. Cada uno de estos países, de los que hoy se dice que no saben manejar dinero, ha transferido mucho dinero a VW [Volkswagen], Daimler [Mercedes] y BMW.
Ese dinero no se quedó en las centrales de los consorcios centrales alemanes, sino que se difundió por las empresas proveedoras y de servicios de la industria automovilística alemana, transformándose en salarios de los trabajadores de la cadena de montaje, en sueldos de los gestores y en dividendos de los accionistas alemanes.
Algunos ciudadanos alemanes podrían haber pagado su alquiler, o su viaje de vacaciones, o su nuevo smartphone, sin saberlo, con el dinero procedente del sur. Otros quizas se han comprado un nuevo coche.
Hace un par de semanas las agencias de noticias difundieron la siguiente información: Los alemanes compran los coches más grandes que nunca. Los garages subterráneos y empresas propietarias de aparcamientos tienen dificultades puesto que tienen pocas plazas para los todo-terreno y vans-familiares.
Por el contrario en Alemania hay más puestos de trabajo que nunca antes. El boom de la exportación ha generado un segundo pequeño milagro económico. Se puede decir que ha sucedido lo que habían prometido hace años los partidos políticos.
"Más crecimiento, más trabajo", rezaba un cartel electoral del CDU para la campaña federal de 2005.
"Trabajo, trabajo, trabajo", decía el SPD.
"Jobs, jobs, jobs", imprimieron los Verdes.
"Lo que crea el trabajo es también social", se decía en el FDP.
Pero si el trabajo se creaba mediante el dinero proveniente del sur de Europa, ¿qué pasa entonces, si griegos, españoles, italianos y portugueses comienzan ahora a ahorrar y a pagar sus viejas deudas en lugar de contraer nuevas deudas?
¿Y qué pasa con los americanos, franceses y británicos, que en los pasados años han acumulado enormes deudas para comprar productos alemanes? ¿Qué pasa si ahora empiezan a ahorrar?
Eso sería un futuro sin deudas. Pero también sería un futuro lleno de coches alemanes que se quedarían sin vender en las fábricas alemanas. Sería un futuro con fábricas alemanas que despiden a gente. Sería un futuro con niños alemanes que sin duda no tendrían que ocuparse del atraso de media europa, pero que tendrían que financiar a sus necesitados padres que no tendrían ni trabajo ni pensión.
El requerimiento de menores deudas y el deseo de más puestos de trabajos no parecen cuadrar bien juntos. En cualquier caso, bien mirado, no enseguida, ni a primera vista parece haber una salida. Pero la Canciller cree conocerla.
El 3 de abril de este año Angela Merkel estuvo ante el atril de oradores de la Facultad de Derecho de la Karls-Universidad en Praga. Aquí, donde hace 664 años adquirían el saber mundial los entonces germanoparlantes estudiantes, hablaría sobre el tema de "La futura configuración de Europa."
Merkel habló acerca del socialismo, que había vivido en su propia carne y que felizmente había sido superado. Habló de los ideales europeos, de paz, libertad, justicia; y después se dirigió a la crisis de deuda.
Dijo: "Desearía que consideráramos esta crisis como una oportunidad." Dijo: "Naturalmente se trata de crecimiento, pero no crecimiento de fiado" [NT. Traducimos "auf Pump" por "de fiado", podría haber optado por "de prestado", pero para no perder los matices no hay que olvidar que en alemán "auf Pump leben" viene a significar algo así como "vivir de sablazos", a los demás, claro].
No está claro en ese momento si la frase de Merkel se debe entender como advertencia a los sudeuropeos o si es consciente de que también la economía alemana ha crecido de fiado, sólo que no han sido los alemanes los que han tomado el dinero prestado.
Lo que es seguro es que se extrae una conclusión tan simple como convincente: Si lo fiado es malo, pero el crecimiento es bueno, entonces necesitamos un crecimiento futuro sin lo fiado. Por tanto, un futuro sin deudas, pero con puestos de trabajo.
Después Merkel ha venido pronunciando a menudo un discurso semejante especialmente en el Bundestag. Ha omitido el pasaje sobre el socialismo, y se ha centrado más en su punto de vista sobre el tema del crecimiento económico. Ha encontrado una palabra para ello, la idea de "crecimiento sostenible".
La expresión proviene del debate medioambiental. Crecimiento sostenible fue originalmente el incremento del bienestar en los tiempos de la crisis ecológica. Hacerse ricos sin quemar petróleo ni talar bosques, eso es lo que quería significar.
Angela Merkel ha transferido el concepto a la crisis económica. El bienestar debería crecer y los puestos de trabajo deberían surgir sin que la gente contrajera deudas. Esto es lo que la Canciller entiende por crecimiento sostenible. "Sólidas finanzas son una condición básica para ello", dijo Merkel en la entrevista de un diario.
Cuando los proteccionistas de la naturaleza hablan de crecimiento sostenible, hablan de ciencia ficción. Ningún país del mundo ha logrado hacerse rico sin quemar gas, petróleo o carbón. No hay aumento de propiedades sin crisis ecológica. Aumento de propiedades sin que haya una crisis económica es algo que acontece en el mundo a menudo. Por ejemplo en la  Alemania occidental de la postguerra, especialmente en aquella zona austera en la que el aire es siempre un par de grados más frío que en el resto del país.
Allí arriba del monte en Schwäbische Alb [montes suevos] las mujeres arrastraba sus carros de mano tras la guerra hasta las miserables huertas. Los hombres buscaban trabajo en cualquier  sitio y la familia estaba contenta si por la noche había en el plato un par de remolachas.
Un par de décadas más tarde los asados y las Maultaschen [sabrosos raviolis gigantes] han sustituido a las verduras. Relucientes coches aparcados a la puerta y las viviendas pagadas a plazos.  El bienestar creció de manera constante y sin crisis. El milagro económico había llegado a la República.
¿Cómo sucedió? ¿Quién lo había producido?
Los alemanes y sus cualidades, naturalmente, y por delante de todas la de ser ahorradores. Los alemanes no contraen deudas, y los suevos menos que nadie.
Ese es el secreto del crecimiento económico alemán de la postguerra tal y como fue contado innumerables veces en artículos de periódicos, novelas y discursos políticos. Sonó incluso en los altavoces de las radios. En 1964 cantaba el tonadillero Ralf Bendix:
Como si con esa canción en la mente, dijo Angela Merkel 45 años más tarde - de nuevo en un discurso, esta vez en el congreso del CDU en Stuttgart -, hubiera sido más fácil evitar la gran crisis. "Simplemente con haberle preguntado al ama de casa sueva, nos habría dado un sabio consejo vital: Uno no puede vivir permanentemente por encima de sus posibilidades."
Con ello Merkel establecía una antítesis entre un temible presente lleno de quiebras y un confortable pasado sin deudas, como cuando todavía no había Euro y el marco alemán tenía un poderoso protector: el Banco Federal [central] Alemán.
En cuyos archivos precisamente se encuentran documentos que nos cuentan una historia diferente acerca del milagro económico. Nos muestran tablas, gráficos, cifras de la llamada balanza de pagos por cuenta corriente, de la que resulta cómo se parece el pasado al presente. Ya entonces una buena parte de los puestos de trabajo alemanes se derivaban de pagos provenientes del extranjero. Ya entonces los vecinos europeos compraban a gran escala productos alemanes. Ya entonces financiaban sus compras mediante deudas.
Fue muy parecido a lo de hoy. Se puede decir que entonces comenzó todo esto.
Así que también el milagro económico alemán no fue otra cosa que "crecimiento de fiado". Suena como si hubiéramos dado con un secreto. La verdad es lo contrario. Es una banalidad. Naturalmente que el crecimiento de entonces se produjo mediante deudas. Como siempre. No hay otra cosa.
Para entenderlo hay que iniciarse en un pequeño juego de ideas. Imaginemos que hubiera en Alemania una sola empresa que produce, digamos, sopa.
Supongamos que la empresa dispone de un capital inicial de 500.000 euros. Con ese dinero paga a sus trabajadores y empleados y produce sopa. Los asalariados utilizan la totalidad de salarios y sueldos en el consumo, puesto que quieren comer. Por tanto, los 500.000 euros vuelven a la empresa y el círculo económico se cierra, y no mucho después la empresa.
Por que una empresa tal no sobrevive mucho tiempo. Ingresos: 500.000, gastos: 500.000; lo que significa que no hay ganancia para el propietario y tampoco aumento de sueldo para los asalariados, por lo que no hay milagro económico. La riqueza no llega. Pobreza para todos.
Para que la economía crezca y el bienestar prospere, la empresa tiene que ingresar más dinero del que ha pagado. De los 500.000 euros que corren entre la empresa y la plantilla, tienen que salir 600.000. ¿Pero cómo puede el dinero transformarse en más dinero?
Esta es la cuestión central del capitalismo, el enigma fundamental de la economía de mercado. Ya lo escribió Carlos Marx en el segundo tomo de El Capital aparecido en 1885: "¿Cómo puede la clase capitalista retirar de la circulación constantemente 600 libras esterlinas cuando constantemente introduce sólo 500 libras esterlinas?
Pues bien, ¿cómo?
Marx se afanó mucho con la solución, pero no llegó especialmente lejos. Hasta que el economista austríaco Joseph Schumpeter dio años más tarde la respuesta y escribió en 1926 que el empresario con talento "cabalga hasta el éxito" sobre las deudas. Dicho de otro modo: Para que la economía crezca, alguien tiene que tomar un crédito.
Puede que sea por ejemplo nuestro productor de sopa u otro empresario el que quizás abre otra empresa, que produce pan, y toma prestados 100.000 euros para pagar a sus asalariados. Por tanto los consumidores alemanes tienen a su disposición 600.000 euros en total, que vuelven a las empresas. El productor de sopa ahora registra ganancias, los alemanes pueden tomar sopa con pan, la economía crece, pero no por mucho, pues el productor de pan pronto se verá amenazado por la ruina.
600.000 euros no es suficiente para que sus ingresos se levanten por encima de sus gastos. Para que la economía pueda seguir creciendo es necesario nuevo dinero. ¿De dónde puede venir?
Alguien tiene que endeudarse otra vez.
Una de nuestras dos empresas tiene que tomar un nuevo crédito, o tiene que surgir una tercera empresa.
De hecho la economía alemana creció de ese modo tras la Segunda Guerra Mundial: Las empresas tomaron dinero prestado. "La industria del país del milagro [...] está más fuertemente endeudada que la de sus competidores extranjeros", según analizaba el semanario Der Spiegel en el año 1962.
El pasado alemán fue un pasado con deudas.
Las empresas alemanas finalmente lograron saldar sus obligaciones. Sin embargo la economía siguió creciendo. También esto se puede aclarar con nuestro experimento de ideas. Si las empresas no toman ningún otro crédito, la economía sólo puede crecer si hay recambios para tomar deudas, por ejemplo los consumidores.
Si algunos de ellos toman prestado dinero para comprar más sopa y más pan, nuestras empresas registran ingresos más elevados. Pueden emplear asalariados adicionales y pagar sueldos más elevados.
De ese modo los créditos de unos impulsan hacia arriba el volumen de negocio de los otros. A los trabajadores y empleados les va mejor; enseguida pueden comer Maultaschen y asado. Pero los consumidores endeudados tienen siempre mayores obligaciones, y en algún momento resulta claro que no lograrán pagarlas, situándose ante la quiebra.
Como los griegos, los españoles y los italianos, que antes eran tan buenos clientes de las empresas alemanas.
No se pueden entender las deudas más que como las máquinas de vapor, las bombillas incasdescentes o los coches. La primera máquina de vapor fue una revolución, la primera bombilla incasdescente un milagro, el primer coche una revelación. Cada uno de esos hallazgos es hoy un símbolo del progreso y del bienestar, que vino a la humanidad en los pasados dos siglos y medio, como el telégrafo, la locomotora o el avión. En cambio las deudas son un par de cifras en un papel. Quizás esa es la razón por la que es tan poco conocido que aquellos no son posibles sin éstas: Nunca hay bienestar sin deudas.
En 1796 el escocés James Watt inventó la máquina de vapor.
En 1879 el americano Thomas Alva Edison concibió la bombilla incandescente.
En 1886 el alemán Carl Benz desarrolló el primer coche a motor.
Fueron mentes geniales cuya importancia histórica mundial sólo se puede comparar con los grandes europeos como Alejandro Magno, Federico II o Julio César, que una vez invadió la Galia.
Un momento, ¿él solo? "¿No llevaba al menos un cocinero consigo?", quería saber Bertold Brecht en su poema Preguntas de un trabajador que lee. ¿No tenía Alejandro ningún soldado que murió por él, ningún servidor, ningún mozo? ¿El viejo Fritz dirigió sus guerras él solo?
La historiografía mira más allá de la gente pequeña, eso es sobre lo que Brecht nos quiere llamar la atención. También olvida las deudas. ¿Watt inventó la máquina de vapor? Un gran resultado, pero ¿cómo consiguió producirlas en masa? ¿Edison ideó la bombilla incandescente? Un hallazgo, ¿pero de dónde vino el dinero para llevarla al mercado? ¿Benz desarrollo el coche? Un triunfo, pero ¿qué es lo que ofreció a sus clientes la posibilidad de que se les vendieran a centenares?
Las deudas.
Las deudas no son buenas. Tampoco son malas. Simplemente están ahí, por todas partes dónde se produce riqueza. Si crece el bienestar, crecen la deudas; y no hay ningún ejemplo que lo contradiga. Sin embargo el mundo moderno se comporta como si el capitalismo fuera un ser humano y la creación de deudas una excreción indeseable, algo asqueroso. Aquello sobre lo que el ama de casa sueva arruga la nariz.
La verdad es que no habría ama de casa sueva si no hubieran estado ahí las numerosas deudas. No habría ninguna ama de casa bávara, de Holstein o de Hesse. No habría siquiera ninguna ama de casa, porque ninguna mujer podría quedarse en casa en lugar de ganar dinero. En ese prehistórico pobre mundo no habría coches, frigoríficos ni lavadoras.
Habría campesinas en cualquier caso, que labrarían la tierra todo el día; y jornaleras que por su trabajo pesado tal vez recibirían un par de patatas, pero ninguna moneda ni billete.
Pues sin deudas nunca habría dinero.
En el cuarto milenio antes de Cristo los sumerios habitaban Mesopotamia en las orillas de los ríos Eufrates y Tigris, en el actual territorio de Irak. Desarrollaron la primera lengua escrita de la historia de la humanidad, y el primer sistema de dinero.
Los sumerios eran campesinos, artesanos, comerciantes. No conocían las monedas, que no aparecerían hasta unos 3.000 años después, pero sabían bien lo que era un crédito. El antropólogo americano David Graeber lo describe en su libro Deudas: Los primeros 5.000 años. Si el comerciante sumerio A quería adquirir del comerciante B una cabra, pero no tenía disponible algo a cambio, le extendía un pagaré. En caracteres cuneiformes arañaba un determinado símbolo en una tablilla de barro, que le entregaba a B.
Éste no la conservaba mucho tiempo, sino que la daba al comerciante C, del que tal vez recibía un saco de cebada. Pronto corrían las tablillas de barro en la economía sumeria como una forma temprana de billetes de banco. Se convirtieron en medio de pago. Fue el hallazgo del dinero.
Ahora bien, cada una de las históricas tablillas de dinero vino al mundo porque alguien contrajo deudas.
Visto así, el mundo no ha cambiado mucho desde los sumerios.
Cuando hoy un hombre va al banco y contrae un crédito, para comprarse un nuevo coche por ejemplo, se inscribe la cantidad en su cuenta. Resulta difícil de creer, pero el dinero no es cargado en otra parte, no se le retira a nadie. Es una promesa. Está simplemente ahí, como en la tablilla de barro sumeria, surgiendo de la nada, como si Dios lo hubiera creado de repente. Por eso los economistas hablan de creación de dinero.
El comprador del coche puede ir entonces al cajero automático y recoger billetes con los que pagar el nuevo coche. El dinero pasa al propietario del concesionario de coches, quien quizás le compra a su mujer un anillo. La señora en el joyero no sabe de quién proviene el billete que tiene  en las manos, pero le da igual, porque lo seguro es que cada billete de euros existe sólo porque alguien en algún momento ha tomado prestado dinero.
Cada euro es una deuda de euros, igual que cada dólar es una deuda de dólares y cada franco suizo lo es de una deuda de francos.
A diferencia de la vieja Mesopotamia, hoy la creación de dinero es un proceso complicado, controlado por los grandes bancos emisores como el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Inglaterra o el americano Banco de la Reserva Federal. Ellos son los que imprimen el euro, la libra o el dólar, y los ponen a disposición de bancos comerciales como el Deutsche Bank, el Commerzbank o cajas de ahorros que entonces fluyen hasta la gente mediante el crédito.
Lo que cuenta es que contraer deuda es el acta de nacimiento de cada billerte, de cada cifra en el extracto de la cuenta. Son las deudas, las que traen el dinero al mundo.
Un futuro sin deudas sería por eso un futuro sin dinero. Quien promueve eso es tan anticapitalista como el SED [policia secreta de la antigüa Alemania oriental]. En la DDR al menos había monedas de aluminio.
En algún instante llega el momento en el que el comprador de coche quiere saldar su deuda. Transfiere el dinero más los intereses de vuelta al banco, el crédito es liquidado y el banco cancela el cobro pendiente de sus libros. Para que el capitalismo no se pare, para que la economía siga creciendo, algún otro tiene ahora que contraer deudas; el comerciante de coches quizás, que toma un crédito para aumentar su negocio, o el joyero para comprar piedras preciosas. Contínuamente tienen que introducirse nuevos deudores para cancelar viejos deudores. Sólo así el dinero sigue en circulación.
El economista austríaco y publicista Thomas Strobl, autor del libro Sin deudas nada funciona, lo formula así: "El capitalismo es una única y gran cadena de la felicidad."
También con los sumerios los créditos hicieron florecer el comercio. Y también entonces ocurrió que las obligaciones crecieron hasta un punto en el que las deudas crecían más rápido que el bienestar de modo que la cadena se rompió. Alguien, un hombre, una familia, media ciudad, quebró. Como hoy Grecia.
¿Y entonces?
Entonces llegó el gobernante ante su pueblo, lo que ocurrió por ejemplo en el año 2402 antes de Cristo, cuando el rey sumerio Emmetena hizo leer una declaración y promulgó la libertad, "Amargi".
Amargi para los deudores significa que las tablillas de barro se rompen y las obligaciones son olvidadas. El dinero vuelve a circular de nuevo y se crea un nuevo bienestar mediante nuevos créditos.
Para entender mejor el capitalismo, los hombres desde siempre tratan de dividir la economía en clases y categorías. Según las concepciones se les identifica como los codiciosos capitalistas y explotados proletarios, o también como los optimistas consumidores y dinámicos emprendedores.
Si consideramos las deudas a gran escala, tenemos otra imagen. El mundo se divide en dos partes. Arriba están las naciones ricas pero no endeudadas. Durante décadas reúnen riqueza, y durante décadas la hacen crecer con la ayuda de los créditos a otros países.
Alemania pertenece a esa High Society. Alemania como un todo no está endeudada. Si bien el Estado tiene obligaciones, los bienes de la hacienda privada son mucho mayores. El país es comparable a una familia en la que la la mujer ha prestado mucho dinero al marido. Él tiene deudas con ella, pero el bienestar de la familia como un todo no es menor. En Alemania crece el bienestar año tras año.
Abajo están los países que están endeudados por debajo de la raya. Esas familias tienen obligaciones con otras familias, entre ellas muchas que no conseguirán saldar sus deudas. Están al final de la cadena del crédito. A estos pertenecen los griegos, los españoles, los portugueses. Con sus deudas han mantenido en funcionamiento la economía europea durante décadas. Ahora son los perdedores.
Se puede comparar a estas naciones con los trabajadores baratos que en cualquier parte de Asia se ocupan de que las estanterías de las tiendas en Alemania estén llenas de iPhones y T-Shirts. El capitalismo los necesita. Sin ellos la economía no crecería. Pero ellos mismos no reciben mucho de todo ello.
Hace dos años, en las fábricas chinas de Apple, se quitaron la vida más de una docena de trabajadores. No podían más. Hace diez días unos 2.000 trabajadores mantuvieron un enfrentamiento con la policía. Parece como si hubieran alcanzado el límite de su carga.
Seres humanos que ya no soportan su vida hay también en Grecia. Antes de la crisis la tasa de suicidios allí era más baja que en cualquier otra parte de Europa. Desde entonces se ha triplicado. Las personas se arrojan desde la Acrópolis, se ahogan en el mar, se cuelgan en su vivienda. Un antigüo famacéutico escribió en su carta de despedida que no quería urgar en la basura y ser una carga para su hijo. Se disparó bajo un árbol ante el Parlamento.
Se pueden considerar estos sucesos como fantasmas dolorosos de una sociedad que finalmente tiene que aprender a ahorrar. En Alemania tal posición no es impopular.
Pero también se puede llegar a la conclusión de que Grecia ha alcanzado el límite de su carga. Es el tiempo del Amargi. La gran liberación de deudas.
Desde el principio de la crisis la propuesta está en discusión: Grecia debe declararse insolvente, declarar su bancarrota. Las obligaciones serían borradas, el país estaría libre de deudas. Políticos de la izquierda han pedido tal paso. Pero también representantes del FDP. Ambos, que tan poco en común tienen, están de acuerdo en un final para las deudas.
Borrar todas las obligaciones suena tan bonito como un nuevo comienzo. Suena como una traducción de "Un futuro sin deudas" en la política concreta. Suena como si finalmente todo sería distinto.
En realidad Amargi describe una libertad engañosa, un mirada alejada del capitalismo, en la que intereses y réditos no juegan ningún papel. Antes de que comience una nueva cadena de crédito con nuevas deudas y nuevo bienestar. Previsiblemente iría bien. Si fuera mal y las empresas griegas y el Estado griego no encontraran ningún banco, ningún inversor más, que les prestara nuevos créditos, entonces se mostraría que se necesita una nueva traducción para Amargi: Pobreza.
En vista de que ese peligro no es ninguna sorpresa, los jefes de gobierno europeos hasta ahora persiguen otro camino: ¡No borrar viejas deudas, sino tomar nuevas deudas! ¡No menos obligaciones, sino más! Ese es el camino que también la Canciller, que tan gustamente habla de crecimiento sostenible, ha seguido y del que tampoco el candidato del SPD Peer Steinbrück quiere discrepar. Se ha hablado mucho de la solidaridad de ese camino, de ideales y valores. De hecho se trata sólo de una cosa: No esperar que se forme una nueva cadena de crédito tras un corte de deudas, sino alargar las viejas con toda la fuerza. Por eso reciben los griegos un crédito de ayuda tras otro, por eso pueden los bancos comerciales europeos proveerse de nuevo dinero procedente del BCE tan  fácilmente como nunca. Aquellos deberían finalmente de nuevo dar créditos a empresas, Estados, usuarios. Para que así el dinero prestado genere nuevo crecimiento.










Europa: Deuda y crisis política. Soprano y Enzensberger

Los Soprano es una serie televisiva de la HBO. En uno de los capítulos Tony Soprano, el capo de la familia mafiosa que tiene sus actividades en New Yersey (EEUU), presta dinero a un amigo pequeño empresario que está seguro de obtener grandes ganancias en una partida de póker de altos vuelos. La partida tiene sus altibajos pero finalmente el amigo queda desplumado, por lo que ha contraído una deuda con el capo mafioso. Confiado, el pequeño empresario le explica a su amigo las dificultades temporales para devolverle el dinero. Pero, para su desagradable sorpresa, antes que nada el capo le da una paliza con la que le hace ver que en asuntos de dinero no hay amigos y luego lo somete a un proceso mediante el que, para recuperar lo prestado, los mafiosos intervienen su pequeña empresa hasta agotarla y liquidarla al mejor postor.
Hace algún tiempo, cuando España se sumió con mayor virulencia en la crisis a causa de un gran endeudamiento privado y consideraba pedir ayuda financiera a la famosa "troika" (UE, FMI, BCE), se le preguntó a un periodista irlandés acerca de su experiencia anterior con el rescate de Irlanda, cuyo Gobierno había asumido las deudas del sistema bancario y estaba entonces en manos de la troika-prestamista que le iba a ayudar a salir del atolladero. Uno de los consejos orientadores que ofreció el periodista fue la siguiente aseveración: "No son vuestros amigos."
Hans Magnus Enzensberger, en El País, 27.09.2012, va más lejos en la precisión y dice que en Europa se ha producido la abolición del Estado de derecho y el secretismo con que se gobierna le suena a "omertá":
  • La abolición del Estado de derecho se proclama con toda franqueza en el Tratado sobre el Mecanismo de Estabilidad Financiera (MEDE). Las decisiones de los miembros que marcan la pauta en este organismo de rescate son inmediatamente efectivas desde el punto de vista del derecho internacional y no están vinculadas a la aprobación de los Parlamentos. Estos miembros se autodesignan, igual que en el antiguo régimen colonial, como gobernadores y, al igual que los directores, no tienen que rendir cuenta alguna frente a la opinión pública. Al contrario, están expresamente obligados a mantener el secreto. Esto recuerda a la omertà, que forma parte del código de honor de la mafia. Nuestros padrinos se sustraen a cualquier control judicial o legal. Gozan de un privilegio que ni siquiera está al alcance de un jefe de la Camorra: la absoluta inmunidad frente al Derecho Penal. (Eso es lo que se dispone en los artículos 32 a 35 del Tratado del MEDE).

martes, 9 de octubre de 2012

España: Ley Orgánica Mejora Calidad Educativa. Anteproyecto

El Gobierno de España ha presentado el anteproyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE, nuevo borrador 03.12.2012) con el que se pretende mejorar diversos aspectos de la educación en España. El anteproyecto se ha diseñado como una reforma de artículos concretos de la Ley Orgánica de Educación (LOE), actualmente vigente. 
En lo que sigue vamos a resumir aquellos aspectos nuevos o relevantes que propone el anteproyecto y que se debatirán en el Congreso y el Senado hasta la aprobación del texto legal definitivo. 

Educación Básica: 
  • Define la Educación básica como: Educación Primaria + ESO + Ciclos de Formación Profesional Básica.
Contenidos comunes:
  • Los contenidos comunes mínimos que se requerirán en los horarios de las comunidades autónomas (CCAA) serán: Con lengua cooficial: 65% (antes 55). Sin lengua cooficial: 75% (antes 65).
Educación Primaria: 
  • 6 cursos (antes 3 ciclos de 2 cursos); se podrá añadir una segunda lengua extranjera en los dos últimos cursos; desaparece la “Educación para la ciudadanía”.
Educación Secundaria Obligatoria (ESO):
  • 2 ciclos; Ciclo 1º tres cursos y ciclo 2º 1 curso propedéutico.
Ciclo 1º (1º, 2º y 3º ESO):
  • En 2º habrá una nueva materia: “Educación cívica y constitucional”, en sustitución de la “Educación para la ciudadanía”.
  • En 3ºESO habrá dos modalidades de Matemáticas, una de iniciación a las enseñanzas académicas (ACAD) y otra de iniciación a las enseñanzas aplicadas (APLIC).
Ciclo 2º (4º ESO):
  • Con dos opciones: ACAD, orientada al Bachillerato; y APLIC, para la iniciación a la Formación Profesional (FP). 
  • También aquí las Matemáticas serán diferentes según la opción.
ESO Ciclo 1º Programas de mejora:
  • Habrá “programas de mejora del aprendizaje y el rendimiento” (PMAR) que sustituyen a los “programas de diversificación curricular” (PDF),  y que serán aplicables ya en 2º ESO siempre que el alumno haya repetido al menos un curso en cualquier etapa (es decir, incluida la Educación Primaria). Tendrán una duración de 1 ó 2 cursos según se apliquen en 2º y 3º ESO o sólo en 3º ESO.
Promoción en ESO:
  • La decisión de promoción de un curso a otro en la etapa ESO se adoptará por el profesorado del alumno atendiendo al nivel en la consecución de las competencias básicas. Se mantiene el criterio de que se promociona con hasta un máximo de 2 materias con evaluación negativa, y excepcionalmente 3. También se mantiene el criterio de que sólo se puede repetir 1 vez por curso y 2 veces en la etapa, incluyendo la excepción del 4º ESO dónde se podrá repetir 2 veces si no se ha repetido en cursos anteriores.

Evaluación final ESO:
  • Habrá una evaluación final de ESO. El alumno elegirá si es por la opción ACAD o APLIC o las dos, con independencia de la cursada en 4º ESO. Se supera obteniendo al menos un 5 sobre 10. Versará sobre las competencias básicas y los objetivos de la etapa. Sólo se podrá presentar alumnado con hasta un máximo de 2 materias con evaluación negativa. Las pruebas tendrán criterios generales fijados por el Gobierno de España, se realizarán en el centro educativo del alumno por especialistas externos al centro. La prueba se podrá repetir en convocatorias sucesivas.
Título Graduado ESO:
  • Para obtener el título de Graduado en ESO se deberá superar la antes mencionada evaluación final, así como obtener una calificación final de ESO al menos de 5 puntos sobre 10. La calificación final de ESO se deducirá de la nota media de las calificaciones numéricas obtenidas en la ESO y ponderadas al 70 %, y de la nota obtenida en la evaluación final de ESO ponderada al 30%.
Formación Profesional Básica: 
  • Si el alumno no alcanza el adecuado nivel se podrá proponer su incorporación a un ciclo de Formación Profesional Básica (FPB), que sustituyen a los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI).
Título Graduado ESO. Acceso a otras enseñanzas:
  • Bachillerato, si se ha obtenido por ACAD.
  • FP de grado medio, si se ha obtenido por APLIC.
  • Otras enseñanzas post-obligatorias.
Modalidades de Bachillerato:
  • Artes.
  • Ciencias, con dos vías a escoger: Ciencias e ingeniería, y Ciencias de la salud.
  • Humanidades y Ciencias Sociales, con dos vías a escoger: Humanidades, y Ciencias Sociales.”

Materias obligatorias comunes 1º Bachillerato: 
  • Lengua castellana y literatura I y, si la hubiere, lengua cooficial y literatura I.
  • Educación física.
  • Filosofía (desaparece la materia “Filosofía y ciudadanía”).
  • Primera lengua extranjera.
Materias obligatorias comunes 2º Bachillerato:
  • Lengua castellana y literatura II y, si la hubiere, lengua cooficial y literatura II.
  • Historia de la filosofía.
  • Historia de España.
  • Primera lengua extranjera
Lengua extranjera: 
  • La lengua castellana o la lengua cooficial sólo se utilizarán como apoyo en el proceso de aprendizaje de lengua extranjera. Se priorizarán la comprensión y expresión oral.
Evaluación final de Bachillerato:
  • Habrá una evaluación final de Bachillerato. Sólo se podrán presentar los alumnos con evaluación positiva en todas las materias. El Gobierno de España fijará los criterios de evaluación y las características de las pruebas, que se realizarán en el centro educativo en que curse estudios el alumno y calificadas por especialistas externos al centro. Para superarla habrá que obtener al menos 5 puntos sobre 10. 
Título de Bachillerato:
  • Para obtener el título de Bachillerato habrá que superar la evaluación final de Bachillerato, así como una calificación final de Bachillerato de al menos 5 puntos sobre 10, que se deducirá de la nota media de las calificaciones obtenidas en cada una de las materias del Bachillerato ponderada al 60%, y de la nota obtenida en la evaluación final de Bachillerato al 40%.
  • Los alumnos que tengan el título de Técnico de grado medio podrán obtener el título de Bachillerato por la superación de las materias necesarias para alcanzar los objetivos del Bachillerato.
Acceso a la Universidad:
  • Para acceder a la Universidad las universidades podrán establecer procedimientos de admisión en los que se utilizará alguno o algunos de los siguientes criterios de valoración de los estudiantes:
  • a) Calificación final del Bachillerato.
  • b) Modalidad y vía cursadas en el Bachillerato, en relación con la titulación elegida.
  • c) Calificaciones obtenidas en materias concretas de los cursos de Bachillerato, o de la evaluación final de Bachillerato.
  • d) Formación académica o profesional complementaria.
  • e) Evaluación específica de conocimientos y/o de aptitudes personales.
  • f) Estudios superiores cursados con anterioridad.
  • Si una Universidad en alguna titulación establece procedimientos de admisión, el acceso ponderará la calificación final del Bachillerato que tendrá que tener un valor, como mínimo, del 60 % del resultado final del procedimiento de admisión. Si no se establecen procedimientos de admisión, el acceso vendrá determinado exclusivamente por la calificación final obtenida en el Bachillerato.
Formación Profesional:
  • Comprende ciclos de Formación Profesional Básica (FPB), de grado medio y de grado superior.
Acceso a la FP Básica:
  • O bien tener 15 años y haber cursado el Ciclo 1 de ESO; o bien, excepcionalmente, tener 15 años y haber cursado el 2º ESO habiendo repetido al menos 1 curso.
Acceso a FP de grado medio: 
  • O bien tener el título de Graduado ESO por APLIC; o bien por ACAD y superar después una evaluación final por APLIC; o bien tener el título de Técnico Profesional Básico y superar prueba específica de admisión; o bien superar curso de formación específico y tener 17 años); o bien superar una prueba de acceso y tener 17 años.
Acceso a FP de grado superior: 
  • O bien tener el título de Bachiller, o el certificado de haber superado todas las materias de Bachillerato, o un título de Técnico de grado medio,  y además ser admitido por el centro de FP tras una prueba de admisión; o bien haber superado un curso de formación específico; o bien haber superado una prueba de acceso con 19 años en el año de realización de la prueba.
FP dual: 
  • El Gobierno regulará la Formación Profesional dual que combinará los procesos de enseñanza y aprendizaje en la empresa y en el centro de formación.
Formación Profesional:
  • La Formación Profesional Básica (FPB) garantizará la adquisición de las competencias básicas mediante un bloque de comunicación y ciencias sociales y otro bloque de ciencias aplicadas. Mientras que los ciclos formativos de grado medio ampliarán las competencias básicas mediante la inclusión de materias instrumentales (lenguas oficiales, extranjera y matemáticas).
  • La superación de los ciclos de FPB, de grado medio y de grado superior, requerirá la evaluación positiva en todos los módulos, materias o bloques que los componen.
  • El título de Técnico Profesional Básico permitirá el acceso, previa superación de prueba, a los ciclos formativos de grado medio.
  • El título de Técnico de grado medio permitirá el acceso directo a todas las modalidades de Bachillerato.
  • El título de Técnico Superior permitirá el acceso a los estudios universitarios de grado.
Pruebas libres para obtención de títulos:
  • Seguirá habiendo pruebas para obtener directamente el título de Graduado en ESO, si se tienen 18 años; para obtener el título de Técnico y de Técnico Profesional Básico, si se tienen 18 años; para obtener el título de Bachiller o el título de Técnico Superior, si se tienen 20 años.
Educación diferenciada (por sexos):
  • Se introduce una disposición por la que los centros privados de educación diferenciada podrán seguir siendo concertados.
Competencias del director:
  • Se atribuyen al director competencias que antes eran del claustro o el consejo escolar, como la aprobación de proyectos del centro (proyecto educativo, proyecto de gestión, normas de organización y funcionamiento, programación general anual), así como la decisión sobre la admisión de alumnos.
Requisitos para acceder a la dirección:
  • Para poder participar en el concurso de méritos para acceder a la dirección se requiere una antigüedad de al menos 5 años como funcionario de carrera docente; haber impartido docencia directa como funcionario de carrera, durante al menos 5 años, en alguna de las enseñanzas de las del centro al que se opta; con una antigüedad en el mismo de al menos un curso completo al publicarse la convocatoria; estar en posesión de la certificación acreditativa de haber superado un curso de formación sobre el desarrollo de la función directiva; y, finalmente, presentar un proyecto de dirección.
Calendario escolar:
  • Se fijan 175 días lectivos para las enseñanzas obligatorias, en los que no se incluyen los dedicados a las evaluaciones finales.
Reasignación de funcionarios docentes:
  • Se establece una disposición transitoria por la que los funcionarios docentes pueden ser reasignados de unos a otros cuerpos docentes, pudiendo trasladárseles a centros educativos distintos al de su destino, incluyendo cambios de residencia (en este último caso se dará prioridad a la voluntariedad, o se tendrá derecho a las indemnizaciones reglamentarias por traslado forzoso).
Calendario de implantación de la ley. El año siguiente al de la entrada en vigor de la ley:
  • 1º, 3º y 5º Educación Primaria.
  • 1º y 3º ESO.
  • 1º Bachillerato.
  • 1º FPB
  • 1º Grado medio FP.
Calendario de implantación de la ley. El curso escolar siguiente al anteriormente citado:
  • 2º, 4º y 6º Educación primaria.
  • 2º y 4º ESO.
  • 2º Bachillerato
  • 2º FPB
  • 2º Grado medio FP.